En 2040 el párkinson superará el cáncer como enfermedad común, según el Libro Blanco del Párkinson. Sin embargo, su tratamiento terapéutico sigue sin estar incluido en la Seguridad Social. Esta, y otras demandas, fueron enunciadas por Julia Climent, presidenta de la Asociación Parkinson Valencia, y Bárbara Gil, gerente de la organización, ante la directora general de Servicios Sociales de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mercé Martínez, en la Mesa de Trabajo para la atención de personas con enfermedades neurodegenerativas celebrada el pasado martes, y que la misma conselleria impulsó en marzo.

El motivo de esta jornada fue ofrecer la información y el conocimiento tanto de los recursos sociales existentes como de los que se carecen para paliar el déficit y «garantizar la calidad de la atención prestada», explicó Martínez. La mesa fue, por tanto, el preludio de lo que será un plan integral para personas con párkinson en la Comunitat Valenciana, una «iniciativa pionera en España».

En la Mesa de Trabajo respaldaron la labor de la conselleria al subvencionar tanto el tratamiento farmacológico (17.000 euros por persona al año) como la atención médica en consulta. Sin embargo, advierten de que la rehabilitación sigue recayendo en manos de las ONG y asociaciones. «Es la única opción a la que pueden optar los pacientes sin recursos», explica Gil.

Y es que el coste del tratamiento en clínicas privadas podría llegar hasta 450 euros al mes. En la asociación, sin embargo, se reduce a los 120 euros en una terapia grupal a la que el paciente acude un par de veces a la semana, llegando a atender 190 pacientes a la semana y 400 al mes. Este es el único servicio asistencial semanal que los enfermos de parkinson reciben desde hace 23 años.

«Tengan en cuenta que cuando una persona va a terapia reduce el coste en medicación porque nos hace sentir mejor», se pronunció ayer uno de los pacientes que acudió a la Mesa de Trabajo. Y es que Gil explicó que a pesar de que el tratamiento que la asociación oferta «no cura ni frena la enfermedad», «sí ayuda a convivir con ella».

El número de atendidos, sin embargo, es una cifra excesiva para los presupuestos con los que la asociación hace «malabares», pero del todo insuficiente si se tiene en cuenta que en toda la Comunitat más de 21.000 personas han sigo diagnosticadas con la enfermedad, de las que 3.500 viven en la capital del Turia.

«Censo real, ya»

Sin embargo, denuncian, «estas cifras no son del todo exactas». Ya que otra de las reivindicaciones que se puso sobre la mesa fue la falta de un censo real. «Los estudios asumen que hay 160.000 afectados en toda España, aunque se estiman más de 30.000 personas sin diagnosticar», explicó la gerente de la asociación, que denunció que esta falta de exactitud en el número de personas afectadas «deriva en medidas políticas ineficaces acorde al perfil de los afectados».

A pesar de sus reclamaciones (entre las que aparecen también la necesidad de diagnósticos tempranos y una mayor formación del personal de los centros sanitarios) celebran que se les está empezando a escuchar después de tantos años. Climent, por tanto, agradeció el interés de Igualdad con esta iniciativa: «necesitamos más que nunca el apoyo social e institucional para hacer frente a la enfermedad». Y añadió: « este modelo pionero de atención a enfermos de párkinson es para nosotros el inicio de un camino para alcanzar el concierto social que fortalezca los servicios terapéuticos y, sobretodo, su bienestar».