El PSPV se enfrenta a su pasado reciente y a su discurso. Los socialistas gastaron se endeudaron con una línea de acoso judicial a la corrupción del PP. Fue en tiempos del ex secretario general Jorge Alarte (2008-2012), que no obtuvo réditos políticos de aquella iniciativa. El terreno necesitó más abono y en 2015 el actual líder del PSPV, Ximo Puig, sí conseguía desbancar del Palau a unos populares desgastados por una veintena de casos de corrupción y los recortes en servicios públicos.

Ahora, la investigación policial y judicial iniciada a raíz de una denuncia del PP en 2016 sobre presunta financiación irregular de los socialistas y el Bloc en las campañas de 2007 cuestiona los cimientos de su actuación política en la última década. Por ello, los anuncios de contundencia que han realizado los líderes de ambas formaciones.

El partido nacionalista está a punto de ofrecer alguna conclusión preliminar. El PSPV ha aprobado una comisión supervisora de la citada campaña, que empezará a trabajar esta semana. Además de recabar la información contable, contempla solicitar la comparecencia de posibles responsables de la ejecutiva en aquellos momentos. Los socialistas se juegan mucho.

«Tenemos la oportunidad de demostrar que la comisión sirve para algo, que no todas son iguales», afirma el presidente del comité de ética del partido, José María Ángel, uno de los tres miembros de la comisión. José Muñoz y Rosa Barceló la completan.

El alto cargo de la Generalitat previene en todo caso que no se puede construir «un gran proceso inquisitorial» sin que se conozcan incluso los autos de la justicia. No obstante, asegura que la comisión creada no seguirá la máxima de Romanones de crear una comisión para no hacer nada y tampoco empezará a actuar con un final preconcebido, otro vicio común, comenta.

«No será una obra de teatro», sentencia el veterano dirigente a Levante-EMV. Al margen de lo que las investigaciones puedan deparar, el delito electoral estaría prescrito. Pero esa circunstancia «no quiere decir que no pueda haber habido una mala conducta». De ser así, asegura que la comisión y el partido actuarán sin que les tiemble el pulso.