El desfase de las cuentas valencianas acaba de registrar la cifra más baja de la última década. La contención de los números rojos de la muy endeuada Generalitat empieza a ser un hecho, reconocido incluso por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con los datos oficiales de 2017 en la mano.
La mejoría de la economía y un mayor control del gasto, con los grandes fastos en el rincón de la historia, han situado al Consell por primera vez a las puertas de cumplir el objetivo de estabilidad.
Ello pese a la infrafinanciación y al mal funcionamiento del sistema de reparto del dinero entre las autonomías, que presenta gravísimos desajustes que socavan la igualdad y la solidaridad entre territorios como han puesto de manifiesto esta semana expertos de varias autonomías reunidos en València por el Instituto de Investigaciones Económicas (IVIE). Una cumbre que permitió certificar también que las autonomías se han mostrado mucho más rigurosas en el gasto que el Estado.
Además, el mal funcionamiento del modelo de financiación (que lleva cuatro años caducado y cuya promesa de renovación incumplió en 2017 el Gobierno) ha quedado en evidencia la misma semana en que el Ejecutivo de Rajoy ha vuelto a poner a la cola (penúltimo puesto) a la Comunitat Valenciana en las inversiones de los presupuestos del Estado.
Sin embargo, la liquidación del presupuesto de 2017 recoge que la Generalitat ha reducido a la mitad el desfase entre ingresos y gastos en un solo año. Así, pese a la complicada coyuntura, las cuentas valencianas han registrado el mayor descenso del déficit de toda España en términos absolutos, 775 millones (de 1.571 a 796), por encima de Cataluña (731), Andalucía (702) o Madrid (326). En los últimos tres años, la desviación del déficit valenciano por encima de lo permitido ha alcanzado los 2.841 millones mientras en los seis anteriores, con gobiernos del PP, llegó a 16.408.
Aumento de la recaudación
Según datos del propio Ministerio de Hacienda, la Comunitat Valenciana registró en 2017 un déficit de 796 millones, lo que supone una reducción del 49 % respecto al año anterior que se explica, según el Gobierno, por una mejoría de los ingresos en torno al 6 % y por la contención en el gasto. La recaudación vía impuestos se ha incrementado un 18 %.
El propio ministro de Hacienda destacaba hace unos días el descenso del déficit en la Comunitat Valenciana, a la que puso como ejemplo de contención junto a Extremadura. La cifra supone que por primera vez en años, el Consell se queda a las puertas de cumplir con el objetivo de estabilidad marcado para 2017 en el 0,7 %. Se queda a tan sólo 13 centésimas, es decir 143 millones de cumplir el objetivo.
Para el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, es un hecho constatable que la Comunitat Valenciana habría cumplido con creces el objetivo de déficit si el Gobierno hubiera cumplido la promesa por escrito que hizo en enero de 2017 a los presidentes autonómicos de que en 2017 habría un nuevo sistema de financiación justo.
Con todo, el Gobierno y el PP siempre han matizado estos resultados ya que la Generalitat cuenta con dos mil millones más que el último gobierno del PP, el de Alberto Fabra, por la mejoría de la economía y por el ahorro de los intereses. El propio Fabra recordaba días atrás en una comparecencia en las Corts las penurias que sufrió su Consell con el déficit disparado.
