Un joven se enfrenta a 45 años de prisión por violar presuntamente a su exnovia, de tan solo quince años, hasta en cuatro ocasiones tras llevarla con engaños a un descampado de València y retenerla contra su voluntad durante ocho largas horas.

Los hechos, que serán juzgados ahora por la Audiencia Provincial de València, se produjeron en diciembre de 2016 después de una relación marcada por esa violencia machista, prácticamente indetectable a los ojos de una menor que cuando comenzó con su presunto agresor contaba con apenas catorce años.

Según el escrito del Ministerio Fiscal, el joven quedó con su expareja para verse en una hamburguesería de la Ronda Norte de València a las 21.00 horas del 3 de diciembre de 2016. Una vez allí la cogió por el brazo y se le llevó hasta un descampado próximo. El acusado le dijo a su víctima que había comprado veneno para ratas con el que suicidarse ambos en un gesto de supuesto amor, obviamente mal entendido.

Aunque en un primer momento la adolescente pensó que se trataba de una broma, cuando se negó a seguirle el juego, este la forzó sexualmente. Se inició entonces una pesadilla que duraría ocho horas, en la que el presunto agresor la golpeó, trató de asfixiarla y la amenazó de muerte, todo ellos según la versión de la Fiscalía. La víctima fingió desmayarse para que este dejara de agredirla, pero este no desistió y la llevó a otro descampado todavía más alejado y oculto, para evitar posibles testigos.

La hermana de la adolescente la telefoneó preocupada por su retraso, pero el procesado le envió varios mensajes al teléfono haciéndose pasar por su víctima con el objetivo de tranquilizarla y que no la buscaran o llamaran a la policía.

Según la denuncia presentada por la familia de la agredida y el relato de esta durante la fase de instrucción, su exnovio la violó hasta en cuatro ocasiones, una de ellas amenazándola con clavarle un cristal que cogió del suelo. De ahí que la Fiscalía solicite diez años por cada una de las agresiones sexuales y cinco más por la detención ilegal.

Un ciclista que pasaba por un camino cercano al descampado vio a la pareja. Rápidamente, el procesado salió huyendo. Esto salvó seguramente a la chica, quien fue trasladada al hospital.