Las fiestas de Moros y Cristianos serán un poco más seguras con el acuerdo alcanzado por las entidades festeras y la delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana. Juan Carlos Moragues anunció ayer en Alicante a los representantes de la Unión Nacional de Entidades Festeras de Moros y Cristianos una medida que garantiza «un reparto más seguro y ágil de la pólvora negra de las armas de avancargas» durante dichos festejos, en cantimploras nominativas y precintadas.

Tras la autorización de Minas al reparto de dicho material «se pretende mejorar la seguridad y dar solución a una reivindicación de las entidades festeras», indicó el delegado del Gobierno.

Así, además de «mejorar sustancialmente la seguridad del reparto de pólvora se evitan las colas en su recogida, algo que hace más ágil el reparto a los festeros», agregaron desde el departamento que dirige Juan Carlos Moragues, quien explicó que la avancarga es un arma de fuego en la que la carga de proyección y el proyectil se introducen por la boca del cañón o, en su caso, por la boca de la recámara del tambor. La carga de proyección es de pólvora negra o de sustancia explosiva o pirotécnica similar. En este grupo de armas se incluyen el arcabuz, el trabuco y el mosquete, así como los primeros cañones y fusiles.

El reparto de la pólvora negra para las armas de avancarga usadas por los participantes activos en la celebración de las distintas manifestaciones festivas está regulado en la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) número 26 del Reglamento de Explosivos.

Hasta la fecha la pólvora era rellenada en un local de los festeros, «con el peligro que conllevaba la manipulación de este material», apuntaron fuentes de la Delegación del Gobierno. Además, dicho reparto ocasionaba «largas colas» y debía realizarse con la supervisión de la Guardia Civil.

La pólvora negra llegará a partir de ahora a las empresas autorizadas para su comercialización en cantimploras nominativas y precintadas que se entregarán a cada uno de los tiradores. Los responsables del reparto recogerán las cantimploras vacías para su traslado a la empresa suministradora de la pólvora.