El fiscal solicitó 22 años de cárcel para Mohamed Nebbar en diciembre de 2006, cuando fue juzgado junto con otros cinco argelinos por integrar la célula salafista bautizada como comando Dixan. Le acusaba, como al resto, de pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos y falsedad en documento público. En su caso, fue detenido porque trasladó a Francia a uno de los condenados, empleando carreteras secundarias y evitando autopistas y vías principales, y porque la Policía encontró en el piso de Barcelona un sobre a su nombre que contenía documentación de un condenado por yihadismo.

Sin embargo, la Audiencia lo absolvió -y después fue indemnizado con 200.000 euros por los 1.047 días en prisión preventiva- porque consideró que se había limitado a llevar «a un conocido» para que viera a su hijo por Navidad sin saber que era un terrorista y porque consideró «irrelevante» que su nombre estuviera en el sobre, cuya existencia no se probó que conociera.