La portavoz de Gobernación del grupo parlamentario popular, Verónica Marcos, advirtió ayer de que la nueva ley «chapuza» de Policía Local del Consell provocará la desaparición de 1.500 agentes de un total de 10.000 y supondrá un coste de más de 60 millones al año. En un comunicado, la diputada sostuvo que gastar esa cuantía por «por una norma que nos hace perder efectivos, es un auténtico despropósito».

Así, recordó que las pasadas vacaciones ya faltaron 400 agentes de Policía Local en la Comunitat para atender las demandas de seguridad de los valencianos en esas fechas debido al «despropósito legislativo» del Consell del socialista Ximo Puig.

Marcos denunció que la Ley de Coordinación de Policías Locales está «perjudicando la seguridad, la tranquilidad y la imagen de los municipios de la Comunitat Valenciana» y «poniendo el riesgo motores como el turismo, tan determinantes para los pueblos del interior y de la costa».

Además, recordó que esa norma no permite a los ayuntamientos contratar a policías para cubrir los periodos de afluencia de gente en momentos puntuales como pasaba hasta ahora y «el Consell no ha arbitrado alternativas para cubrir estas necesidades». «Puig ha dejado las plantillas de la policía local en un limbo», dijo.

Para Marcos, en la nueva Ley de policías locales, Puig «hace oídos sordos a las demandas de los municipios, de los vecinos y de los policías locales». Al respecto, recordó que «una policía local fuerte es garantía para la convivencia y los derechos y libertades de los ciudadanos».