Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Residuos

Europa declara la guerra a los vertederos

El Parlamento europeo quiere reducir al 10 % la cantidad de residuos que se vierten sin tratamiento antes de 2035

Europa declara la guerra a los vertederos

El Parlamento Europeo, reunido en sesión plenaria en Estrasburgo, aprobará hoy un nuevo paquete de medidas destinado a favorecer la denominada economía circular, que incluye, entre otras disposiciones, limitar el uso de vertederos.

El Parlamento, que respalda y lleva más allá la «doctrina» medioambiental de la Comisión, quiere reducir al 10 % la cantidad de residuos que son vertidos sin tratamiento en los vertederos antes de 2035 y conseguir que al menos el 65 % de los residuos sólidos urbanos tengan algún tipo de tratamiento de modo que o sean reciclados o se entreguen a los gestores preparados para ser reutilizados.

En definitiva, lo que se busca es que todos los materiales que entran en el proceso productivo se mantengan durante el mayor tiempo posible dentro del mercado, desincentivando la «solución fácil», el vertido, a cambio de un proceso cargado de ventajas, según sus promotores.

El lunes, durante el debate de la iniciativa en el pleno, el eurodiputado Francesc Gambus, defensor de la propuesta sobre procedimientos en el ámbito de la información de relevancia medioambiental, atribuyó al paquete de medidas que se va a aprobar y, en especial, a la apuesta por la economía circular, la capacidad de «relanzar» el proyecto de los «padres fundadores» de la UE y liderar una nueva reindustrialización baja en emisiones.

Para la eurodiputada valenciana Inmaculada Rodríguez Piñeiro, la economía circular es la gran apuesta de futuro y la que va a canalizar buena parte del presupuesto europeo en los tiempos «difíciles» que va a generar la salida del Reino Unido.

En este contexto, fijar el foco en los vertederos puede parecer hasta superficial. Sin embargo, subraya Europa y ratificará en breve la mayoría de la eurocámara, los vertederos son la antítesis de la economía circular y la evidencia de que las sociedades europeas, pese a los avances, se mantienen dentro de un modelo lineal: tomar, hacer, consumir, tirar.

Limitar a un 10 % el vertido a vertederos es una concesión a países que están muy lejos de esta cifra. En la Comunitat Valenciana, el rechazo está próximo al 50 % de los residuos generados y recientemente el Ente Metropolitano de Residuos (Emtre) ha solicitado ampliar en 800.000 metros cúbicos la capacidad del vertedero de Dos Aguas.

El rechazo a la incineración, que sí tienen la mayor parte de los países europeos, obliga a España y a la Comunitat Valenciana a duplicar el esfuerzo. El quinto contenedor, donde iría a parar toda la basura orgánica, es clave para acercarse a los mejores estándares europeos.

El mensaje europeo es claro y apunta a una limitación incluso mayor. Europa le ha declarado la guerra a los vertederos para forzar que todas las materias primas y los equipos o materiales fabricados con ellas se incorporen a un circuito casi cerrado destinado a retener el valor de estos productos en todo momento y lograr que cuando el ciudadano se desprende de un móvil o un televisor, todos sus componentes puedan ser usados de nuevo: el residuo se convierte en recurso.

El paquete legislativo propuesto por el Parlamento Europeo incluye cambios en las directivas que regulan la gestión de los residuos municipales, vertederos, envases y residuos de envases y la relativa a vehículos, baterías y residuos de equipamiento electrónico. Si no hay cambios de última hora -poco probables- los eurodiputados aprobarán pasar de una tasa de reciclaje de residuos actual del 44 % al 55 % en 2025 y un 65 % en 2035.

Por otra parte, la reforma de las directivas obliga a que en 2025 se recojan separadamente los textiles y los residuos peligrosos generados en el hogar. Antes, en 2024, toda la basura orgánica (biodegradable) deberá recogerse separadamente o será reciclada en casa como compost.

El Parlamento Europeo abre también un nuevo frente contra el desperdicio de comida, que deberá reducirse un 30 % en 2025 y un 50 % en 2030. Los vertederos, además de símbolos de una economía basada en el derroche, contaminan el medioambiente -la Generalitat Valenciana se ha visto obligada a invertir casi dos millones en reacondicionar antiguos vertederos de residuos como los de la Murada o Basseta Blanca, que estaban contaminando su entorno- y emiten gases de efecto invernadero (metano).

En conjunto, el nuevo paquete de economía circular puede ayudar a reducir la segmentación del paisaje y los hábitats, así como la contaminación marina, y la pérdida de biodiversidad. Además mejora la seguridad en el suministro de materias primas y los riesgos de abastecimiento,volatilidad de los precios, etc. Una economía circular puede, añade el informe elaborado por el PE, aumentar de 1 a 7 puntos porcentuales para 2030 el Producto Interior Bruto.

Compartir el artículo

stats