Miles de jóvenes estudiantes universitarios buscan durante estos días una habitación de alquiler -o un piso los más afortunados- donde residir durante el próximo curso. Sin embargo, no son los únicos que buscan este modo de residencia. Cientos de personas mayores también ven esta posibilidad como la mejor solución a sus necesidades bien sea por las dificultades económicas que les supone tener una vivienda o un alquiler propio, o porque simplemente se encuentran solos.

Para ello, la Asociación Hogares Compartidos, con la colaboración de Obra Social la Caixa, cuenta con siete viviendas alquiladas en València, que pone a disposición de sus 28 usuarios para que gocen de un hogar digno. Y no se trata únicamente de compartir piso, sino de un lugar donde convivir.

Esta asociación sin ánimo de lucro se encarga de buscar pisos y habilitarlos para que los puedan habitar personas de más de 60 años -el mayor actualmente tiene 88- sin vivienda en propiedad y que pasen por dificultades económicas que les impidan optar a un alquiler, según explica su presidenta, Pilar Pardo. En cada uno de los siete pisos con que cuenta la Asociación Hogares Compartidos viven cuatro personas, a las que los responsables, colaboradores profesionales y voluntarios de esta entidad solidaria ofrecen un acompañamiento psicosocial, afectivo y familiar.

«Una vez dentro del piso, la asociación también les ofrece un acompañamiento personalizado, así se atiende diferentes necesidades asistenciales. Por ejemplo, si necesitan una silla de ruedas se les proporciona o si necesitan hacer una serie de trámites, se les ayuda a realizarlos», revela Pardo. «El objetivo es que puedan vivir allí como si se tratase de una familia», declara. Con esa idea realizan además actividades de envejecimiento activo «para que se interrelacionen entre ellos», en las que tienen una participación activa.

Eso sí, se trata de pisos supervisados, y no tutelados, en los que sus habitantes gozan de independencia, para lo que tienen que ser autónomos o semiautónomos. Aunque, según recuerda Pardo, «la atención es 24 horas al día por si le surge alguna urgencia a alguno de los usuarios de las viviendas».

Buscan más viviendas

La Asociación Hogares Compartidos busca más viviendas que se encuentren en alquiler para poder dar servicio a más usuarios, ante las constantes peticiones que recibe. De hecho, Pilar Pardo hizo un llamamiento a propietarios que buscan alquilar sus pisos y no lo consiguen, ya que la asociación tiene «muchas dificultades» para acceder a ellos. Al tratarse de un proyecto solidario, suelen ofrecer una cantidad económica menor que los inquilinos habituales, «pero pueden colaborar con un proyecto solidario» con una garantía de pago, incide Pardo. Estos nuevos moradores especialmente responsables le pueden brindar a sus propiedades «el calor de un hogar».