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Normativa

Europa endurece los controles a los productos ecológicos y favorece a los valencianos

La nueva reglamentación obliga a los países no comunitarios a cumplir con los mismos requisitos que ya se exige a los europeos

El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado una nueva reglamentación que endurece las condiciones de elaboración de la comida ecológica, de la que Europa es deficitaria al producir únicamente un 55 % de su demanda y cubrir el resto con alimentos procedentes de terceros países. La medida favorece especialmente a los productores nacionales, sujetos ya a severas restricciones que no siempre se exigían a la comida orgánica importada.

En la Comunitat Valenciana hay 2.659 empresas y/o particulares que operan en el mercado de la producción ecológica u orgánica de los que 2071 son productores, 528 empresas y 60 importadores, según datos de la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, que subraya el importante incremento de este sector.

En la actualidad, la Comunitat Valenciana cuenta con 106.066 hectáreas certificadas para la producción ecológica, con un incremento que a falta de cerrar inventarios podría alcanzar el 37 % en el periodo 2016-2018.

Según la eurodiputada socialista Clara Aguilera, el texto que aprobará hoy, jueves, el pleno del parlamento, ofrece una respuesta «adecuada» al incremento del consumo de la comida orgánica en el continente, muy acusado en los países del norte y que está llegando también al consumidor español.

Además, establece requisitos unificados para beneficiarse de la etiqueta ecológica y «se obliga a los países terceros de donde viene el 45 % de la producción a cumplir con las mismas exigencias y controles».

Estos países, entre los que se encuentra Sudáfrica, tienen un plazo de 5 años para acreditar que sus sistemas de control y acreditación son similares a los estándares europeos, así como los umbrales admitidos de determinados productos para poder seguir manteniendo la etiqueta de producto orgánico o ecológico.

La diputada destacó también que la resolución final vincula la producción ecológica a la tierra y descarta, por ejemplo, la obtenida en cultivos hidropónicos, lo que su juicio favorece la producción ecológica procedente de la agricutura española.

Más presencia española

Aguilera cree que una parte de la producción importada no podrá superar estos requisitos, permitiendo a los productores españoles aumentar su presencia en los mercados «aunque para eso hay que incrementar el número de operadores nacionales y evitar que el valor añadido acabe beneficiando solo a grandes organizaciones con una situación dominante en el sector de la distribución».

Por su parte, la eurodiputada del Partido Popular, Esther Arranz, añadió que la nueva normativa ofrece más seguridad al consumidor y destacó que el texto final mantiene la posibilidad de obtener producción ecológica en fincas mixtas, donde convive con la producción tradicional. La eurodiputada asegura que esta medida favorece a España, donde la mayoría de las explotaciones tienen ese carácter dual.

Según fuentes del Parlamento Europeo, la nueva normativa sobre etiquetado y producción de comida ecológica tiene como objetivo asegurar un alto nivel de calidad de la comida orgánica que se produce en la UE, impulsar la producción de este tipo de alimentos y evitar la contaminación de pesticidas químicos o fertilizantes sintéticos.

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