Se ha conseguido tener cantidad y, ahora, se busca, además, calidad. Esa es la principal justificación esgrimida para limitar la de edad para los nuevos donantes de médula: desde principios de año solo los menores de 40 años podrán registrarse como nuevos donantes. Así lo ha establecido la Comisión de Seguimiento del Plan Nacional de Médula Ósea, del que forman parte las comunidades autónomas, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), asociaciones científicas y de pacientes y la Fundación Josep Carreras, que gestiona en España el Registro de Donantes de Médula Ósea (Redmo).

Hasta ahora, todo aquel entre los 18 y los 60 años podía optar a ser donante de médula. Primero, y después de informarse y dar su consentimiento, debía hacerse una analítica de sangre gracias a la que los centros de trasfusión territoriales hacían el tipaje HLA, necesario para determinar su compatibilidad con los futuros receptores.

Los datos y el tipaje se enviaban después al Redmo y, una vez integrado en la lista, el donante se convertía en uno de los 31 millones de personas en todo el mundo dispuesto a dejarse extraer células madre para ayudar a cualquier persona del planeta en su lucha contra la leucemia o cualquier otra enfermedad maligna de la sangre.

En 2012, se puso el reto de llegar a los 200.000 donantes, lo que se consiguió en 2016. Entonces, se decidió duplicar los registros: 400.000 donantes para 2020. La movilización social -gracias, en gran medida, a campañas y movimientos de ayuda a personas que luchaban contra la leucemia- han hecho posible que ya haya más de 360.000 personas registradas y se espera llegar a la cifra de los 400.000 antes del límite marcado.

Con el trabajo «de cantidad» hecho, los expertos apuestan ahora por «primar la calidad», según la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, de ahí que ahora solo se busque a donantes jóvenes.

La experiencia es la que ha dictado esta limitación. «Diversos estudios han demostrado que los mejores resultados se obtienen con donantes de menos de 35 años. Sin conocerse bien los motivos, con estos donantes se producen menos complicaciones, en especial de la complicación más temida en un trasplante: la enfermedad injerto contra receptor», según explican desde la Fundación Josep Carreras. Este contratiempo, el más generalizado en un trasplante de células madre supone que las nuevas células no reconocen su nuevo ámbito y se defienden contra el cuerpo que les aloja.

Más células de varones jóvenes

Jorge Gayoso, médico adjunto de la ONT, lo explicaba ayer en un congreso con un símil: «en 2012 había un déficit claro de número de donantes y el objetivo era llenar la nevera. La llenaron con todo tipo de productos y luego al ir a rellenar se dieron cuenta de que lo que más se había consumido eran células de varones jóvenes, porque era lo que más reclamaban los centros de trasplantes por ser lo que producía menos rechazos en los pacientes. De lo que se trate ahora es de propiciar, pues, que se llene la nevera de menores de 40», según recogía ayer EFE.

La nueva limitación no significa, sin embargo, que a las personas ya registradas se les vaya a «apartar» y no se cuente con ellos en las búsquedas de donantes, según la Fundación Josep Carreras.

La edad media de los inscritos ahora en el Redmo es ya de 37 años. Según apuntaron ayer los expertos «en un par de años» se podrá ver si esta reorientación del registro de donantes es «eficaz» es decir, que «sin aumentar demasiado el número de donantes se aumenta la eficiencia del registro y la autosuficiencia en las donaciones».