Algunos por curiosidad, otros por evitarse la consulta al médico y muchos por dar un empujón a 300 aspirantes a médicos. Pero la Plaza de la Virgen de València se llenó ayer de valencianos que buscaban información acerca de cuánto tiempo es necesario andar diariamente para ahorrar en futuros problemas de salud relacionados con el sobrepeso, así como la cantidad de azúcar que tienen algunos alimentos y por qué esta es más perjudicial para el cuerpo que las grasas. Y es que la duodécima edición de la Feria de la Salud, organizada por la Asociación Valenciana de Estudiantes de Medicina (AVEM), contaba con 25 carpas especializadas en primerios auxilios, problemas cardiovasculares, odontología, fisioterapia y nutrición, entre otras especialidades.

Los objetivos, explicó María José Garrido, presidenta de AVEM, fueron acercar la medicina a la población, a la vez que se creaba un ecosistema seguro para que los estudiantes voluntarios pudieran desenvoluparse en el mundo de la medicina de manera más relajada a lo que lo harían en cualquier hospital.

Como Clara Climent, estudiante que cursa cuarto de Medicina y que ayer estaba al mando de la carpa dedicada a los más pequeños. «Queremos que pierdan el miedo a los médicos, por eso son tan importantes espacios como estos. Ellos curan a sus juguetes aquí y se familiarizan con la profesión», explicó Climent.

Mientras, en el puesto del estudiante Dario Lara, decenas de personas hacían cola para que les midiesen la tensión y ahorrarse la consulta al médico. «De todos modos, nosotros avisamos que es posible que nos equivoquemos, aún somos estudiantes, estas prácticas no tienen ningún valor y deben acudir de igual modo a su médico de cabecera», reconoció Dario Lara.

Asimismo, en el recinto también encontraron un hueco las ONG de Cruz Roja (con técnicas de reanimación) y Médicos sin Fronteras. Esta última invitó a los asistentes a que se colocaran unas gafas de realidad virtual para que sintieran en primera persona la labor de la medicina en lugares como Sudán del Sur o Siria.