La Comunitat Valenciana integra el eje de la pobreza energética en España, según el cuarto informe al respecto que presenta la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).

Este estudio muestra que en los cuatro años que van de 2012 hasta 2016 casi se han triplicado los hogares valencianos incapaces de mantener la vivienda con una temperatura adecuada en los meses fríos. En 2016, según el IV Estudio de Pobreza Energética de la ACA, para uno de cada cinco habitantes de la Comunitat -990.000 personas- era un lujo calentar la vivienda en lo más frío del invierno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija la temperatura de confort en el hogar entre los 18º y los 21º C. En 2012, calentar la casa hasta llegar a dicho umbral estaba fuera del alcance del 7 % de la población de la Comunitat, 367.000 personas. En 2016 afectaba al 20 %.

Otro indicador de pobreza energética a tener en cuenta es el porcentaje de población que en el último año, debido a sus dificultades económicas, ha dejado de disponer de alguna de sus fuentes habituales de energía. Esta desconexión incluye tanto cortes de suministro forzados, entendidos como resultado de impago de facturas, como el cese de uso voluntario.

Es decir, por ejemplo, cuando un hogar vulnerable da de baja su contrato del gas natural o deja de comprar bombonas de butano. En esta situación se encuentra el 2 % de la población española, al menos 900.000 personas. En la Comunitat Valenciana, el índice de desconexión es un punto superior al afectar al 3 % del censo, unas 140.000 personas.

Además, en hogares donde viven 450.000 valencianos (el 9 % del censo) se han retrasado en el pago de recibos de la vivienda (agua, gas, calefacción, electricidad, comunidad de vecinos...). Este indicador también está dos puntos por encima de la media estatal.

En 2016, el 15 % de la población residente en España (6,8 millones de personas), estaría sufriendo temperaturas inadecuadas en la vivienda o retraso en el pago de recibos, o ambos. De estas, destacan los 2,8 millones de personas que declararon tener dos o más retrasos en el pago de recibos en los últimos 12 meses (el 6 % de la población).

Cuarta región más vulnerable

El año 2016 también ha sido el primero en el que se han evaluado cuántos de los hogares que se declararon incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada se vieron obligados a dejar de disponer de alguna de sus fuentes habituales de energía. Así el 2 % de la población española, cerca de 900.000 personas, sufrió en 2016 algún tipo de desconexión de suministro energético en su hogar. Se trataría, por tanto, de un sector de población con un alto nivel de vulnerabilidad.

Las autonomías con mayor proporción de población vulnerable ante la pobreza energética son, por orden de mayor a menor afección, Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia y la Comunitat.