El exgerente de Imelsa y autroproclamado yonki del dinero, Marcos Benavent, acaba de admitir a las puertas de la Ciutat de la Justícia que "las mordidas de Ciegsa nos las repartíamos en sobres Caturla, Rus, Betoret y yo". Benavent ha comparecido durante tres horas ante el juez y el Fiscal Anticorrupción del Caso Taula en relación a la pieza separada que investiga las presuntas mordidas en la empresa pública Ciegsa, dependiente de la Conselleria de Educación, entre 2004 y 2007.

Sobre el funcionamiento interno de Ciegsa Benavent ha declarado no saber «nada». Simplemente, ha explicado, «yo era un mandado. [Alfonso] Rus me dijo que fuera a hablar con Caturla y yo me encargaba de recaudar el dinero, que nos repartíamos en sobres durante comidas en restaurantes», acaba de explicar a los periodistas, tras su comparecencia en el Juzgado de Instrucción 18 de València, en la que ha respondido a las preguntas de todas las partes. El dinero de las mordidas también se destinaba «al partido provincial», ha admitido el yonki del dinero. Los sobres contenían «1.500 euros o 2.000 euros, cada vez que lo decidía Rus, a su discreción».

Sobre la presunta entrega de dinero a Máximo Caturla en su despacho, grabada por el yonki del dinero y aportada a la causa, y que Caturla declaró que eran «caliqueños», Benavent ha ratificado que era dinero, no cigarros puros, como declaró el exsecretario autonómico de Educación. Benavent también ha declarado que Caturla «sufría muchas tensiones porque le llamaba todo el mundo. Si él lo niega todo, cada uno lleva su estrategia procesal».

Benavent se ha ratificado en sus anteriores declaraciones ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el juez y el Fiscal Anticorrupción del Caso taula y ha confirmado que se amañaban contratos en la empresa pública de construcción de centros educativos y que se cobraban comisiones ilegales y "mordidas" a determinadas empresas. Su papel en esta trama era recaudar el dinero de las mordidas, habitualmente en dos de las empresas que pagaban comisiones: Cleop y Construcciones Luján, cuyos propietarios, Carlos Turró y Javier Luján, también están investigados en esta causa.

La pieza separada sobre Ciegsa, la última en crearse en el Caso Taula el pasado mes de febrero, investiga por cohecho, prevaricación y malversación al exsecretario autonómico de Educación, Máximo Caturla, al expresidente de la Diputación de València, Alfonso Rus, al yonki del dinero, Marcos Benavent, y a varios arquitectos de Ciegsa, además de los empresarios que supuestamente pagaron las mordidas.