El senador valenciano Pedro Agramunt sumó ayer a la polémica por el informe del Consejo Europeo que le acusa de corrupción, otra que ha indignado hasta a su propio partido, por un comentario a la cadena Ser en el que para defenderse de la acusación de ser sobernado con prostitutas contestó: «ojala pudiera yo hacer esas cosas». La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, esquivó ayer el asunto ya que, cuando fue preguntada por los medios, alegó que todavía no había escuchado las declaraciones, si bien sí dijo que si el contenido del informe se confirmaba, habría que adoptar decisiones.

Con todo, fuentes de la cúpula regional no ocultaron su profundo malestar por las explicaciones dadas por Agramunt y, sobre todo, su comentario sobre la prostitución. Este comentario también causó indignacién entre diputadas y senadoras de Madrid, según comentan otras fuentes. La cúpula regional lleva tiempo distanciada de Pedro Agramunt y, las fuentes consultadas, admiten que el senador «está ya amortizado» y que hace tiempo que no forma parte de las decisiones de partido a nivel regional.

Cabe recordar que Bonig lo sacó de la ejecutiva regional, algo que también molestó profundamente a Agramunt, quien no esconde sus críticas contra la lideresa. A lo largo de esta legislatura, el senador ha mantenido discrepancias sobre la estrategia de Bonig y su equipo. La gestión del caso Rita Barbera y la decisión del grupo popular de censurarla en las Corts fue uno de los puntos de distanciamiento entre los dirigentes populares y el veterano político.

Agramunt se encuentra en Estrasburgo e intenta capear una polémica que viene de lejos y que le obligó hace mes a dejar la presidencia del asamblea europea. Agramunt, con todo, mantiene su inoncencia y asegura que es un cabeza de turco.

Mientras en el Senado, todos los cargos valencianos mantuvieron una reunión de trabajo para tratar de seguir adelante con la agenda política al margen de la polvareda que el informe europeo ha levantado. A la reunión asistieron todos los senadores y senadoras a excepción de Agramunt, que está fuera de España.

Mientras, todos los partidos de izquierda censuraron ayer al senador valenciano. El PSOE pide a Rajoy que retire a Agramunt del Consejo de Europa por «higiene democrática» y «respeto a las mujeres».

El portavoz en el Senado, Ander Gil, dijo que las palabra de Agramunt le causan «asco» y reprochó al portavoz del PP en la Cámara Alta, José Manuel Barreiro, la defensa que ha hecho de Agramunt. El presidente, Ximo Puig, llamó al PP a tomar una decisión sobre el senador. En cualquier caso, el president dijo que "hay que esperar" a poder leer la totalidad de las acusaciones recogidas en este informe y hay que "ser prudentes" porque "no se pueden tomar decisiones sin saber todo lo que ha pasado".