Con puntualidad empezó la ejecutiva socialista de Alicante, a la que no asistió el secretario general del PSOE alicantino, Miguel Millana, que justificó su ausencia por motivos de salud. Sí que acudieron los concejales Eva Montesinos, restituida como portavoz municipal por unanimidad, junto a Miguel Castelló, nuevo portavoz adjunto, y el resto del grupo. La reunión fue forzada por la dirección del PSPV para restituir a Eva Montesinos en el cargo. Castelló, al que la dirección local proponía para dirigir el grupo, será el portavoz adjunto. Carlos Giménez ocupará un puesto simbólico como presidente del grupo.
La marcha atrás se produce después de la intensa polémica que se generó el pasado lunes con la destitución unilateral de la que fuera hace una semana candidata a la alcaldía de Alicante.
La dirección de los socialistas valencianos tenía el compromiso de la ejecutiva de Ángel Franco de ofrecer esa respuesta durante la reunión ayer tarde. Finalmente, según confirmó Montesinos, se mantiene el nombre de las cuatro personas propuestas para ocupar los puestos de asesores municipales, aunque quedan «unos flecos» para realizar la petición oficial al alcalde, Luis Barcala (PP), que es quien debe firmar el decreto. Por ahora, los socialistas alicantinos quieren colocar con sueldo público a la mujer de Franco (Fini Nicolás), entre otros. El PSPV, por ahora, paraliza el nombramiento de los cuatro asesores que se repartirán dos sueldos. Montesinos no hará la petición formal, por el momento.
Hasta tres convocatorias, con dos modificaciones del orden del día, tuvo que realizar por la mañana el secretario de Organización del PSOE alicantino, Pedro Ródenas, ante las quejas de la militancia.
Si no hay más sorpresas, la decisión de ayer desactiva el conflicto, al menos en su epidermis, y evita la dopción de medidas más drásticas en coordinación con Ferraz, como hubiera sido la imposición de una gestora.
