Un total de 162 colegios de Infantil y Primaria, solo cinco de ellos concertados, llamaron ayer a los padres y madres de sus alumnos a votar si se implanta la jornada escolar intensiva para los próximos tres cursos. En esta tercera consulta que autoriza el conseller Vicent Marzà se votó sin incidentes en 114 colegios de València, 22 de Castelló y 28 de Alicante. Según los datos parciales de participación ofrecidos por la conselleria a las 14 horas habían acudido a las urnas 17.306 de los 62.994 padres y madres de alumnos con derecho a voto, más del 27 % del censo.

Las condiciones para aprobar el horario que concentra las cinco horas diarias de clases de 9.00 a 14.00 horas son las mismas que en los referéndums de 2016 y 2017, pues sigue la exigencia del 55 % de síes del total del censo de padres y madres. En la práctica, al primarse el sí sobre el total del censo en aras de la búsqueda del mayor consenso, la abstención equivale a votar no.

En la consulta de 2016 se superó el umbral del 55 % de apoyo a la jornada continua en 303 de los 315 colegios donde conselleria autorizó votar. Esta tasa de éxito del 96 % cayó drásticamente en 2017. El año pasado se alcanzó el requisito mínimo de respaldo de la familias en 215 de los 325 colegios donde se permitió votar. Es decir, en dos de cada tres centros (66 %).

La gran novedad de esta consulta respecto a las de 2016 y 2017 es que la conselleria ha frenado que el colegio donde las familias no aprueben el cambio de horario pueda repetir año tras año la votación, lo que fractura la comunidad escolar. Ahora, tanto si se aprueba o no la modificación de la jornada, no se podrá repetir la votación hasta transcurridos los tres cursos de vigencia del nuevo horario.

En este último referéndum en el que se permite la repetición de la consulta se vuelve a votar en 31 colegios, todos ellos públicos, en los que no se logró el mínimo del 55 % de síes el año pasado o el anterior.

Más de la mitad de colegios públicos han adoptado ya el horario intensivo previa aprobación de la mayoría de las familias. Este curso 504 de los 956 colegios y escuelas infantiles públicas (el 53 %) están en jornada continua. Sin embargo, en la concertada esta opción es totalmente marginal con solo 14 de 381 colegios, no llega al 4 %.

La federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) mayoritaria en la escuela pública, Fampa-València, volvió a insistir ayer que las familias «votan a ciegas» ante la falta de «estudios comparativos oficiales sobre resultados académicos y del bienestar» de los niños escolarizados en horario intensivo. Fuentes de Fampa-València critican la opacidad de la conselleria.

Explican que un investigador de la Universitat de València que realiza un estudio sobre el impacto de los tiempos escolares en Infantil y Primaria ha solicitado poder acceder a datos estadísticos anonimizados de los resultados académicos de los alumnos y conselleria no lo ha autorizado.

El Consell del PP puso en marcha la jornada continua en el curso 2013-14 de forma piloto en 9 colegios, que el curso siguiente amplió a un total de 31. Sin embargo de cara al curso 2015-16 lo frenó en seco al asegurar que había detectado un aumento de los alumnos repetidores en los 9 primeros colegios que adoptaron el horario continuo. La decisión la tomó en marzo de 2015, a poco más de dos meses de las elecciones autonómicas.

En septiembre de 2016 la presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría sobretodo para los de Infantil, al dilatar los espacios entre las comidas, lo que genera más grasas.

La conselleria actual emitió el año pasado un estudio referente al curso 2015-16 sobre los 31 colegios en jornada continua en el que según Magisterio se constaba una mejora de casi tres décimas respecto a la media de notas desde la implantación del nuevo horario, una variación que Educación consideraba poco significativa. El informe añadía que el uso del comedor escolar decae más de un 30 % en los colegios con jornada intensiva.