El Gobierno de Mariano Rajoy tramita un proyecto para la realización de estudios geofísicos en el mar balear solicitado por una universidad italiana que incluye la realización de sondeos acústicos al suroeste de Mallorca, similares a los que el ministerio de Medio Ambiente ha bloqueado en los últimos años a las compañías petroleras por la presión popular de grupos ecologistas en Castelló y, sobre todo, en Baleares. La solicitud tiene como objeto investigar la formación del fondo salino del Mediterráneo hace seis millones de años, cuando el Mare Nostrum quedó aislado del Atlántico durante miles de años. Una parte sustancial del agua se evaporó y se formó un deposito salino de centenares de metros de espesor que podría mantener atrapadas bolsas de petroleo.

Según el conseller de Medio Ambiente del Govern balear, Vicenç Vidal, de llevarse a cabo este proyecto, a base de disparos de aire comprimido en el fondo marino, supondría «un impacto muy grave» tanto para la fauna marina, especialmente para los cetáceos, como para las praderas de posidonia de las islas.

El proyecto prevé sondeos submarinos en el canal entre Mallorca e Eivissa, al sur de Formentera y al suroeste de Cabrera. Según detalla el anuncio por el que se inicia el trámite de evaluación de impacto ambiental, la finalidad del proyecto promovido por el Instituto Nazionale di Oceanografia di Geofisica Sperimentale (INOGS) es «adquirir datos geofísicos en el margen sur de Baleares» siempre con fines científicos. Sus promotores aseguran que el proyecto Medsalt-2 «no tiene ninguna finalidad, ni relación, con la actividad comercial de búsqueda de recursos naturales o hidrocarburos.