La Universitat de València ha iniciado un procedimiento para descontar los salarios que corresponda a los profesores asociados que estén secundando la huelga -iniciada el pasado 29 de enero-, aunque sólo en aquellos casos en los que exista constancia de que no han impartido clase desde marzo.

Según ha informado el equipo de Gobierno de la UV, se ha empezado a remitir correos electrónicos al profesorado asociado que no ha firmado electrónicamente tras haber impartido sus clases en la plataforma habilitada para ello; en estos correos se pregunta si hay motivo y, en caso contrario, se entenderá que el profesor está en huelga.

Las mismas fuentes han informado de que la mayor parte de quienes han respondido ya a esos correos están confirmando que han dado clase y una justificación, pero que les ha sido imposible firmar o lo han olvidad, de modo que se estima que los descuentos se aplicarán finalmente a menos de un centenar de docentes, del total de 1.900 profesores asociados con los que cuenta la UV actualmente.

Los estudiantes más afectados por la huelga del profesorado asociado, según las estimaciones del Gobierno de la UV, son los de Filología, Magisterio, Enfermería y Ciencias Sociales.

El motivo de iniciar los descuentos desde marzo -y no desde el inicio de la huelga- se justifica en el hecho de que el actual equipo rector tomó posesión de sus cargos en abril, pero también en la necesidad de crear un "escenario real, en el que los actores sepan donde están", a pesar de que se admite que nunca antes se había adoptado esta medida y se reconoce la dificultad administrativa de la misma.

La dirección de esta institución ha lamentado que persista la huelga indefinida de este colectivo, así como el rechazo al acuerdo alcanzado entre la UV y los sindicatos el pasado 26 de marzo, que contempla un incremento salarial del 25,4 % anual.

En este sentido, se insiste en la vigencia del compromiso de abonar la mitad de ese incremento (12,7 %), con fondos propios de la universidad, este mismo año si lo autoriza la Conselleria de Hacienda y si se suspende temporalmente la huelga, a la espera de que se negocie un convenio colectivo y se avance en la creación de nuevas figuras contractuales, como la del profesor sustituto con contrato de interinidad.

Este incremento salarial supondría 1,4 millones de euros anuales, que se reducirían a 1 millón porque se aplicaría desde abril -siempre en caso de que se suspenda la huelga-, una cantidad que, según ha informado el equipo de Gobierno de la UV ya está reservada vía modificación presupuestaria.

Por otra parte, se ha advertido que muchas de las reivindicaciones de la Plataforma del Personal Docente Investigador dirigidas a mejorar la estabilidad laboral de este colectivo, como los contratos de 3 años, no son legalmente posibles.

Según la UV, el 47 % del profesorado asociado (sin contar con los cerca de 500 docentes asociados de Ciencias de la Salud) tiene su ocupación principal en el sector público y no están interesados en un proceso de "estabilización" en los términos en los que se reclama, ni en reorientar su carrera profesional exclusivamente hacia la universidad.