La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, volvió a achacar ayer la reprimenda del Síndic de Greuges a su conselleria a la falta de personal y a la burocracia. «Son las mismas personas las que deben resolver expedientes de dependencia, las quejas de la gente o contestar al Síndic, lo que hacemos es un equilibrio para priorizar. Si coloco a la gente a contestar todo, no la tengo en solventar los expedientes de dependencia y entonces habrá mas quejas. Aquí para vestir a un santo desvestimos a otro», afirmó en la comparecencia tras el pleno del Consell.

Así, para hacer frente a los retrasos de los requerimientos, Oltra aseguró que en noviembre se implantó un sistema telemático para agilizar la tramitación ante la imposibilidad de contratar más personal. Hasta ahora, con el sistema privatizado que heredó del PP, ha detallado, «el Síndic mandaba el requerimiento al registro y hasta que llegaba al órgano competente podían pasar meses». De hecho, lamentó que en alguna ocasión llegaron a recibir el segundo requerimiento antes que el primero, porque los documentos, para pasar a un edificio contiguo dentro del centro administrativo 9 d'Octubre, iban antes al centro logístico de la empresa (en Riba-roja). Así que podían tardar más de una semana.