Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Último año de legislatura

El año que nos espera peligrosamente

Los partidos vaticinan más tensión, PP y Cs usarán educación y lengua como estilete, el Consell buscará consolidar su relato social y Podemos, el desmarque

El año que nos espera peligrosamente

Los valencianos tienen una cita con las urnas en doce meses. De ellas saldrá el próximo Consell. El ambiente político se ha enrarecido y los partidos vaticinan más tensión. Estas son las claves del próximo año para políticos y politólogos.

Dos relatos intentarán hacerse hegemónicos. Uno, el de la izquierda gobernante, que propugna que a los valencianos siempre les irá mejor con un gobierno que rescate personas que con un pacto entre PP y Ciudadanos que supondría la vuelta al pasado y la corrupción.

Otro, el de la derecha, sustentado en que el tripartito es un caos y en la necesidad de defender la libertad de los padres para elegir la educación y la lengua vehicular.

«El tripartito se disputa los votos en un espectro muy similar, ya no hay compañerismo que valga, van a dejar definitivamente olvidada la gestión», vaticina la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que opina que la tensión se ha recrudecido y se ha visto con la bronca «lamentable» a costa de la renta de inclusión.

«PP y Cs elevarán la tensión para desgastar al Consell -apunta el síndic de Compromís, Fran Ferri- porque preparan un pacto a imagen y semejanza del que tienen en Madrid». Ferri está convencido de que si la derecha suma, pactará.

El portavoz del PSPV y presidente de la diputación, Jorge Rodríguez, sitúa la clave de este año en que el Botànic dedique sus esfuerzos a explicar la transformación de las instituciones valencianas desde 2015. «Es indiscutible que hemos dado una lección de dignidad, honradez y eficacia», sostiene Rodríguez.

La visión del diputado de Ciudadanos Toni Cantó es radicalmente distinta: «Lo que tenemos es un PSPV en manos de populistas y nacionalistas que aún echará más la culpa a Madrid este año». Cantó, que a partir de 2019 entrará de lleno en la política valenciana, ve clave el debate en educación y sanidad, las tensiones entre PSPV y Compromís y que Podemos se apartará en el tramo final.

Podemos entraría en el Consell

Precisamente Podemos responde que su voluntad no solo es que sobreviva el Botànic, sino ampliarlo. Antonio Estañ pone el acento en avanzar en las políticas transformadoras: «Cuanto más lo hagamos más difícil será que vuelva el PP y más posibilidades para un gobierno plural en 2019 del que esperamos participar».

Estañ lamenta que el Consell haya puesto una pausa porque piensa que seguir con las políticas que marcaron el cambio de ciclo es un riesgo electoral; no acaban de establecer un proyecto económico, social y territorial alternativo al PP», critica.

«Vamos a seguir como hasta ahora, revertiendo las políticas antisociales de la derecha y gobernando para las personas», remarca Joan Baldoví, otro diputado en Madrid que podría aterrizar en la política valenciana en 2019. «Hay que ir cerrando proyectos, hay que consolidar las políticas sociales como la renta de inclusión, la sanidad pública o afianzar la educación con más recursos y más profesores».

«El ciudadano elegirá entre un Consell que rescata personas y un pacto PP-Cs que nos devolvería al pasado», dice Ferri.

«Estamos preparados para gobernar sin sectarismos, será el año más intenso, con debates más crudos», opina Mari Carmen Sánchez (Ciudadanos). «La tensión es inevitable, las propias organizaciones tenderán a la diferenciación, habrá momentos delicados, pero el eje de la izquierda es sólido, se ha hecho mucho y bien, mientras el trasvase de votos se dé entre PP y Cs no me preocupa», opina el vicesecretario del PSPV, Manolo Mata. «Es lógico que se tensen las posiciones porque vamos a competir electoralmente», asiente Jorge Rodríguez.

«No están mejor los más vulnerables -sostiene Bonig- y no hay más que ver las quejas de las familias numerosas, los centros de menores, los impagos a familias de acogida, los centros especiales de empleo... hay adoctrinamiento y los padres están arrinconados y no hay que olvidar que PSPV y Bloc están investigados por una posible financiación irregular».

«Hay continuas tensiones entre PSPV y Compromís -insiste Cantó- y Podemos aprieta las tuercas, hay enchufismo en Sanidad, han enfrentado escuela pública y concertada, el requisito lingüístico impide que lleguen los mejores y À Punt ya nace politizada», describe.

«Todos van a distanciarse»

En el backstage, los estudiosos se frotan las manos porque habrá «mucha política». Hay una palabra que define, en su opinión, los próximos 400 días: distancia. Marcará las relaciones del Botànic donde habrá equilibrios para «desmarcarse políticamente pero no administrativamente en la Generalitat», apunta Rosa Roig, politóloga de la Universitat de València.

«Podemos ya ha pedido a sus socios que rindan cuentas sobre la supuesta financiación ilegal de 2007», recuerda Flores Juberías. «Todos se distanciarán de los errores cometidos», apunta aunque el profesor cree que «nunca tanto como para romper el pacto». Eso, teniendo en cuenta «la estrategia de desgaste del Gobierno que bloquea cualquier ley del Botànic», añade Roig.

Afirma que Puig deberá compaginar la presidencia con el liderazgo socialista y reforzar mucho más su vertiente política.

El presidente de Avapol Joseca Arnau, apunta a que Cs tendrá que proponer un candidato fuerte, porque Cantó tiene la fama pero «muchos detractores en el partido», en lo que coincide el consultor político Francesc Miralles, quien cree que empatarán con el PP.

Para la socióloga Aída Vizcaíno, el Pacte del Botànic ha resultado «un éxito» y su renovación dependerá de la correlación de fuerzas en los resultado. Mientras el PSPV gane a Compromís, habrá otra edición del pacto por el perfil «conciliador» de Puig, dice.

Compartir el artículo

stats