El primer fallo en firme contra la trama Gürtel, por el que se ha condenado a la exconsellera de Turismo Milagrosa Martínez a nueve años de prisión, estuvo ayer en boca de altos cargos del PP valenciano.

Públicamente rechazaron entrar a valorar la sentencia y se remitieron al «respeto» a los fallos judiciales, pero compararon de puertas hacia dentro, a modo de argumentario generalizado, la dureza de la resolución que afecta a la que fuera segunda autoridad autonómica con la polémica resolución del caso de La Manada. Los acusados de agredir sexualmente a una joven se han quedado al final con una pena casi calcada.

Cargos autonómicos y de Alicante, la circunscripción de la expresidenta de las Corts, señalaban ayer que era díficil de entender que los cinco hombres condenados por abusar sexualmente de una joven -una sentencia que ha sido recurrida por la Fiscalía y que ha generado un gran movimiento social en su contra- tengan una pena de prisión similar a la que ha recaído sobre la Martínez.

El Supremo ratificó el martes punto por punto la primera sentencia y condenas sobre la trama Gürtel dictada el 8 de febrero de 2017 por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

Los comentarios de todas las fuentes del PP consultadas por este diario respondían a una clara intención de desmarque de la etapa de Francisco Camps, con dos de sus consellers condenados a penas de prisión - Rafael Blasco, ya recluso, y ahora Milagrosa Martínez-, aunque oficialmente la directriz era no entrar a valorar el fallo y «respeto máximo» a las decisiones de la Justicia.

Esta es la línea que expuso públicamente la presidenta del PPCV y síndica en las Corts, Isabel Bonig, que dijo que el partido muestra su «respeto más absoluto» al fallo, además de «pedir perdón por lo que se hizo mal», según queda recogido en el fallo del alto tribunal.

Con un año por delante hasta los próximos comicios y con Ciudadanos fuerte en las encuestas, los populares intentan desvincularse hasta donde pueden del partido que tiene ahora sentados en el banquillo a exdirigentes como Ricardo Costa y que cuenta con dos exconsellers condenados en fallos firmes por casusas ligadas a la corrupción.

El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, insistió ayer en esa línea oficial del respeto tras la primera sentencia firme del Tribunal Supremo sobre la trama Gürtel, en este caso por los amaños de contratos en Fitur, y subrayó que habla de «condenas a personas individuales» y eso es a lo que «hay que ceñirse». Un intento de apartar al partido de una trama organizada de corrupción y de situar lo sucedido en ovejas negras individuales.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ofreció una visión diferente e indicó que el PP ha hecho «partidismo corrupto», mientras que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, celebró ayer que «el PP y la corrupción ya no estén en los gobiernos».