? En febrero de 2016, hace algo más de dos años, la Policía Nacional arrestaba a siete persona por su presunta vinculación con las redes logísticas y de financiación del yihadismo. Todas ellas estaban vinculadas al mismo negocio de la trama desmantelada ahora: la recepción y tratamiento de ropa usada para su reexportación a países del árabes, africanos y asiáticos. Sin embargo, en ese caso, la investigación determinó que ese negocio era una tapadera para enviar ropas militares a los soldados del Daesh en Siria y Afganistán, además de material electrónico y logístico. Y la ropa no procedía de robos. En todo caso, de momento no hay ningún indicio de que la red desbaratada esta semana guarde relación alguna con el terrorismo islamista.