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Análisis

Órdago de Iglesias que le aleja de Compromís

La coalición valenciana se plantea acudir en solitario a las europeas de 2019 Podemos y la formación de Oltra viven su mayor distanciamiento

Órdago de Iglesias que le aleja de Compromís

El órdago lanzado por Pablo Iglesias a Compromís al rechazar una alianza con la coalición valenciana para las europeas y las próximas generales (previstas para 2020 salvo adelanto) si no acepta la confluencia en las autonómicas de 2019 pone a Compromís ante un dilema: acudir a las europeas en solitario o buscar la alianza con la formación morada.

El debate en el seno de la coalición está sobre la mesa. No se ha resuelto ni se ha tomado aún la decisión, pero de momento la opción que parece cobrar ventaja es la de acudir en solitario o al menos con una lista encabezada por un representante de Compromís y abrirla únicamente a formaciones autonómicas de izquierda como por ejemplo la Chunta Aragonesista. Pero no con Podemos.

A falta de un año para la triple convocatoria electoral, municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo de 2019, Podemos y la coalición que lidera Mónica Oltra viven su momento de mayor distanciamiento cuando hace dos años compartían alianza en las generales de junio de 2016.

Pero los términos en que Iglesias plantea ahora la alianza, todo o nada (según aseguró en reuniones que mantuvo el jueves en València, como ayer informó Levante-EMV), son vistos por un sector de Compromís como un gesto de soberbia del líder de Podemos que parece otorgar a Compromís un papel subalterno.

Compromís, como antes el Bloc, han optado históricamente por las confluencias para acudir a las europeas. En 2014 se sumaron a Primavera Europea, con Equo (ahora con Podemos) y la Chunta Aragonesista. En 2009, el Bloc formó parte de Coalició per Europa con, entre otros, Convergència, Unió y el PNV. En 1999 el Bloc compartió lista con CiU, igual que hizo la UPV en 1994.

Hoy, las cuentas que se hacen en Compromís para una candidatura en solitario es que la posibilidad de obtener un eurodiputado, como ocurrió en 2014 con Jordi Sebastià, es factible. La salida de Gran Bretaña de la UE por el Brexit aumenta el número de eurodiputados a elegir en el resto de países por lo que se podría obtener un representante con algo menos de 300.000 votos. Como Compromís confía en mantener o superar los 456.000 votos que logró en las autonómicas de 2015 y las europeas se celebrarán el mismo día, la coalición espera retener para la urna europea al menos 300.000 votos que le den el eurodiputado ya que la participación siempre es mayor en las autonómicas que en europeas. La otra opción, la de confluir con Podemos al Europarlamento, también daría la posibilidad de asegurar un eurodiputado aunque siempre dentro de Podemos y en la suma probablemente con IU y las confluencias, En Marea gallega y los comunes. Una opción que no gusta a un amplio sector de la coalición, especialmente dentro del Bloc, porque supone perder identidad en una lista en la que Podemos llevaría el mando.

Pero como siempre ocurre en Compromís cuando de pactos se trata, la unanimidad no existe, igual que con la posibilidad de pacto autonómico con el partido de Iglesias, cada vez más complicada según admiten los protagonistas incluso en Podemos.

Desde Iniciativa, el partido de Mónica Oltra, que suele jugar sus bazas en el debate interno con no cerrar nunca puertas a Podemos, aseguran que las alianzas para las europeas quedan aún lejanas y señalan que cada proceso electoral es un mundo. Tampoco ven un problema que las coaliciones puedan ser diferentes en unas elecciones u otras, porque cada uno de los procesos tiene sus propios condicionantes, señalan.

Relación cada vez más distante

Sin embargo, en los últimos meses, la relación entre Podemos y Compromís se ha enfriado, incluso entre sus líderes, Iglesias y Oltra. Varias fuentes apuntan que atraviesa el peor momento. Las dudas de Compromís a la moción de censura que planteó Podemos en el Congreso soliviantaron a Iglesias. Además, la formación morada dio el sí al cupo vasco y Compromís lo rechazó. Y cuando los valencianos se sumaron a la comisión para la reforma territorial en el Congreso, Iglesias la despreció. Hace meses, el propio Iglesias arremetió contra el Bloc y le acusó de ser una formación muy conservadora que le está haciendo el trabajo sucio al PSOE, lo que molestó en el partido.

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