El expresidente del comité ejecutivo de Feria Valencia durante los años 1999-2013, Alberto Català, dijo ayer que el PP no controlaba Feria Valencia ni tenía capacidad de decisión en ella. «Cero», subraó para indicar que en sus 13 años como presidente nunca recibió «una directriz de un partido para un tipo de actuación o cometido en Feria Valencia».

Asimismo, remarcó que en sus actuaciones y gestión no estuvo condicionado por el PP porque él «nunca» ha sido afiliado del partido y manifestó que su relación con el expresidente de la Generalitat Francisco Camps

Català compareció en la comisión de las Corts que investiga la gestión de las instituciones feriales en la Comunitat Valenciana. Se trata de su segunda asistencia a esta comisión. En su primera intervención, en octubre de 2017, ya negó que la institución fuera un instrumento del PP y de Orange Market, tras haber sido utilizada para la celebración del congreso nacional del PP en 2008.

Ahora, Cs había pedido una segunda intervención para que explicara una reunión con los socialistas Cristina Moreno, Rafael Rubio y José Luis Ábalos el 23 de julio de 2002 para explicarles el plan de modernización de la feria.

No obstante, manifestó recordarlo «vagamente». Negó asimismo que su hijo trabajara para la red de Francisco Correa: «A ningún hijo mío lo ha contratado Orange Market ni puñetas». Sobre viajes y «comilonas», repondió que «todo el dinero público que ha entrado en Feria Valencia ha sido finalista, muy bien utilizado».

La opinión que ofreció ayer mismo Ábalos fue muy diferente. Dijo en la misma comisión que el PP ejercía «control político, de la información y manipulación» sobre Feria Valencia. Entre otras cosas, se negó a que la oposición pudiera tener presencia en el patronato. Al respecto, recordó que la exalcaldesa Rita Barberá llamó «agoreros» a los concejales socialistas por intentar controlar la gestión y calificó aquella etapa como de «oscurantismo».