El senador valenciano Pedro Agramunt confirmó ayer a Levante-EMV que a finales de junio abandonará la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) «harto de las persecuciones de allí» y para evitar que se use su nombre «para perjudicar al Partido Popular (PP)».

La decisión de Agramunt se conoce antes de que mañana martes se reúna con la dirección del grupo popular en el Senado para tratar la sanción de diez años de inhabilitación que le impuso el Consejo de Europa el pasado 16 de mayo por infracción grave de su código ético, después de que un informe interno lo acusara de «actuar en favor de los intereses de Azerbaiyán a cambio de dinero, regalos e incluso favores de prostitutas».

Agramunt ya tuvo que renunciar en octubre de 2017 a la presidencia de la APCE tras viajar a Siria con una delegación encabezada por Rusia en la que celebró un encuentro con el dictador Bashar Al-Asad. Una visita que Agramunt realizó como «senador español» y que él mismo calificó de «un error», según información oficial facilitada por la APCE.

El senador valenciano seguirá en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa hasta que el Senado nombre un nuevo representante «para no perder el voto, por lo que aún asistiré a reuniones del Consejo», ya que la sanción no le impide votar, asistir, firmar mociones y tomar la palabra.

A pesar de su renuncia en la institución europea (el Consejo de Europa agrupa a 47 estados del continente para promover actuaciones conjuntas en materias legislativas, democráticas y de derechos humanos), Agramunt asegura a Levante-EMV que seguirá «denunciando la manipulación en el secretariado del Consejo de Europa, por parte de los 'lobbys' [a los que acusa de estar detrás de su sanción] y de la izquierda radical».

A su escaño en el Senado ni se plantea renunciar, a pesar de las peticiones de la oposición. «No hay razón para lo contrario, como si oyera llover», sostiene.

Su único error, asegura Agramunt, «ha sido pensar distinto. Cuando piensas distinto cometes un delito. Y yo no he sido enemigo atroz y virulento contra Rusia, Turquía o Azerbaiyán», se lamentaba ayer en conversación telefónica con Levante-EMV.

De ahí que intente pasar página con su renuncia a la Asamblea del Consejo de Europa. «Intento cerrar este capítulo para que no se perjudique más al partido» del que no tiene la menor queja porque «a nivel nacional se ha portado bien». Aunque cuando se le pregunta por la postura del PP regional, Agramunt señala que «no lo sé, no hemos hablado de esto y hasta ahí puedo leer».

El senador también ha interpuesto una denuncia ante el Tribunal de Derechos Humanos contra su sanción. «Es la única jurisdicción a la que he podido acudir, por las modificaciones ilegales que han hecho» en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

«Y también analizo todo lo que se está diciendo de mí por ahí. Pienso actuar contra el informe famoso y contra quien se haya columpiado en sus opiniones sobre mí, como un columnista que siempre escribe contra el PP y publicó una opinión muy sangrante en la que me acusaba de haber estado imputado en el Caso Naseiro, cuando yo no fui ni siquiera citado como testigo», advierte.