Lo ha conseguido. El valenciano Javier Oliver ha logrado hacer cumbre en el Everest esta madrugada dentro de la expedición americana en la que participaba. Oliver, notario de profesión y ciclista y montañero de vocación, se propuso alcanzar el "techo del mundo" el verano pasado como uno más de los retos deportivos que realiza, junto a su mujer Carmen González-Meneses, también notaria.

Subidas al Kilimanjaro, a los andes chilenos, al altlas marroquí, al atlas ecuatoriano... los dos suman ya una larga lista de proezas que tienen, además, un objetivo solidario: recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia bajo la bandera de su proyecto "Encordados con la vida".

Gracias a esta iniciativa, que se ha convertido en un proyecto vital, el matrimonio de Rocarfort ha conseguido recaudar casi 20.000 euros en los últimos dos años para la investigación en la lucha contra el cáncer. El matrimonio consiguió que este reto del Everest recaudara ya antes de producirse 2.500 euros de una empresa privada.

Javier llegó a la cumbre esta pasada madrugada dos meses después de iniciar viaje hacia Nepal, donde están instalados los campos bases. El objetivo era tener dos meses de tiempo para realizar el trabajo previo de aclimatación a la montaña e intentar la cumbre en estos días de mayo, en la ventana climatológica que ahora permite el premonzón. La fecha prevista para "atacar" la cumbre era el pasado día 10 pero al final la expedición lo ha logrado esta pasada madrugada.

"¡Esta madrugada han hecho cima! En estos momentos están ya bajando", anunciaba a primera hora su mujer Carmen, que ha seguido la evolución de Javier en estos dos meses de trabajo previo y se ha encargado de "cubrirle" laboralmente en este tiempo que Javier estaba en busca de su primer "ochomil".

Un proyecto vital

"Encordados por la vida" nació de la pasión del matrimonio por el deporte y la montaña y de su compromiso solidario con AECC Valencia. Carmen superó hace ocho años un melanoma maligno de piel y, tres años después, tuvo que extirparse las dos mamas por el alto riesgo de desarrollar cáncer de mama. Superada esta segunda prueba, Carmen decidió que tenía que "devolver" algo a la sociedad y participó en un reto de subida al Kilimanjaro con otras supervivientes de cáncer. Desde entonces, suele acompañar a Javier en sus retos y en las campañas de recolección de dinero. El primero fue cubrir en un día con su bicicleta de carretera el desnivel vertical de altura, precisamente, del Everest.

En aquella ocasión, la empresa GTA Spano decidió poner un euro por cada metro de desnivel conseguido y ahí se gestó "Encordados por la vida". El matrimonio no pide nunca fondos para subvencionarse sus viajes ni los retos deportivos. Todo el dinero que recaudan de empresas o particulares lo hacen a través de un número de cuenta que va directo a la AECC Valencia.