Después de años evitando ser salpicado por casos de corrupción como los destapados en las operaciones Púnica y Lezo o el escándalo de Terra Mítica, puede parecer inverosímil y rocambolesco que sean finalmente unos documentos olvidados en un falso techo los que hayan llevado a la detención de un supuesto experto en ingeniería financiera como Eduardo Zaplana.

Dicha información, donde se detallaba la compleja estructura del entramado, habría sido encontrada de forma fortuita por el inquilino que alquiló la vivienda del expresidente de la Generalitat años después de que éste abandonara el domicilio junto a los jardines de Monfort.

El por entonces morador del inmueble, un ciudadano de origen sirio comprometido con la comunidad islámica de València, halló los citados documentos, que permanecían escondidos, durante unas obras y se los habría entregado al conocido como ´yonki del dinero´, Marcos Benavent. Así daba comienzo en 2015 la investigación de la Operación Erial.

Imad Al Naddaf, responsable del Consejo Islámico Valenciano y supuesta pieza clave en la resolución del caso, negó ayer haber entregado los citados documentos a Benavent, ni tan siquiera tener constancia de ellos.

«Yo no me he encontrado nada, ni he vendido a Zaplana, ni sé nada de eso», aseguró tras ser localizado por Levante-EMV. «Que os lo confirme quien os haya pasado la información», alegó insistiendo en que no iba a hablar más sobre ese asunto.

No obstante, antes de poner punto final a la conversación admitió conocer a Marcos Benavent, persona a la que supuestamente habría entregado la documentación relacionada con el entramado de empresas, dossier que daría pie posteriormente a las investigaciones de la UCO de la Guardia Civil.

«Lo conozco como a muchas otras personas importantes de València, llevo más de veinte años aquí», argumentó Al Naddaf, quien admite que ha coincidido con el ´yonki del dinero´ «en varias ocasiones».

De hecho, según ha podido saber este periódico, este empresario sirio tiene relación, o al menos la ha tenido, con altos cargos del Partido Popular. Hay imágenes de él junto a Rafael Blasco y el también investigado en la trama Erial Juan Cotino. También mantiene una estrecha amistad con altos mandos de la Policía Local de València y de la Nacional.

Aunque es obvio que no quiere que se le vincule con la caída de Zaplana, fuentes consultadas por este periódico aseguran que Imad Al Naddaf residió junto a su familia entre los años 2014 y 2016 en el mismo inmueble que fue residencia del expresidente de la Generalitat.

El hallazgo de los documentos en posesión de Benavent se produjo en esas fechas y cuando fue interrogado sobre su procedencia éste indicó que fueron encontrados por el actual residente del piso, de origen sirio.

Una fotografía con Aznar

Vecinos de la exclusiva finca, situada entre el parque de Viveros y los jardines de Monfort, en una de las mejores zonas de la capital del Túria, apenas recordaban a este empresario de origen sirio con nacionalidad española. «Creo que tenía una empresa de cerámica o mármol», apuntaba uno. Otro recordaba cómo Imad alardeaba de conocer a Aznar y tenía una fotografía con el expresidente enmarcada en el salón.

Sin embargo, la tónica general de los residentes del edificio fue el mutismo. «Bastante mal lo han pasado ya Rosa y Eduardo. Si roban todos, por uno más», restaba importancia una vecina del exministro.

Además de empresario y responsable del Consejo Islámico Valenciano, Imad Al Naddaf siempre se ha mostrado comprometido por la situación que vive el país que lo vio nacer. De hecho, en su perfil de Facebook cuelga casi a diario duras imágenes de las consecuencias de la guerra en Siria. En esta misma red social también se muestra partidario de la unidad de España en el conflicto independentista de Cataluña.