Eduardo Zaplana Hernández-Soro, presidente de la Generalitat desde el 3 de julio de 1995 al 10 de julio de 2002, se convirtió ayer en el primer «Molt Honorable» en entrar en la cárcel. La titular del Juzgado de Instrucción 8 de València, Isabel Rodríguez Guerola, acordó anoche la prisión incondicional y sin fianza del exministro de Trabajo (2002-2004), tal como le había solicitado la Fiscalía Anticorrupción, una hora antes.

El exportavoz del Gobierno de España (2003-2004) y del grupo popular en el Congreso (2004-2008), así como su testaferro y su asesor fiscal salieron cerca de las doce y media de madrugada en un furgón de la Guardia Civil de los sótanos de la Ciutat de la Justícia y media hora, exactamente a la una de la madrugada, ingresarin en el centro penitenciario Antoni Asunción ubicado en Picassent. La prisión decretada por la jueza para el también exalcalde de Benidorm y para los otros dos encarcelados en esta causa es incondicional, comunicada y sin fianza.

Así, en este viaje hacia la pérdida de libertad, por ahora provisional y de forma preventiva, Zaplana no viajó sólo. La magistrada también decretó anoche el ingreso en prisión de Joaquín Barceló Llorens, compañero de la infancia de Zaplana y a quien los investigadores de la «Operación Erial» sitúan como el presunto testaferro de Zaplana, junto a su mujer, Felisa López, que sí quedó libre.

Igualmente, la prisión incondicional, sin fianza y comunicada se aplicó a Francisco Grau Jornet, exdirectivo de la Caja de Ahorros del Mediteráneo (CAM) que ejercía de asesor fiscal del expresidente de la Generalitat.

Aunque el detalle de los motivos que han llevado a la Fiscalía Anticorrupción a pedir la prisión y a la jueza a acordarla no transcedieron, en este tipo de casos se suele aplicar ante la gravedad de los hechos investigados, para evitar el riesgo de fuga y de posible destrucción de pruebas valiosas para la investigación que aún queda por realizar o que se volatilice el patrimonio que aún pueda quedar oculto en el extranjero.

Mejor suerte corrieron los tres miembros de la familia Cotino implicados en la «Operación Erial» que investiga el presunto cobro de comisiones por parte de Zaplana cuando presidía la Generalitat, dinero que habría supuestamente evadido a paraísos fiscales y que habría intentado blanquear y devolver a la legalidad en los últimos años. La Jueza de Instrucción 8 y la Fiscalía Anticorrupción decidieron dejar en libertad a los hermanos y empresarios Vicente y José Cotino Escrivá, investigados por el presunto pago de comisiones en los contratos de las inspecciones técnicas de vehículos y el plan eólico valenciano. Aunque ambos, a partir de ahora, tienen la prohibición de salir del país y están obligados a comparecer semanalmente en el juzgado, según confirmaron a Levante-EMV fuentes conocedoras de su situación procesal.

El exdirector de la Policía y expresidente de las Corts, Juan Cotino, que compareció por la mañana ante los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la Comandancia de Patraix, tendrá que esperar a la citación judicial que le remitirá el Juzgado de Instrucción 8 en breve.

También quedó en libertad con cargos el exjefe de gabinete de Zaplana, Juan Francisco García, que fue trasladado desde Barcelona, donde fue detenido el pasado martes. García también ha tenido que entregar su pasaporte en el juzgado, ya que tiene prohibida la salida del territorio español, y deberá comparecer en el juzgado semanalmente, además de estar obligado a estar permanentemente localizado a través de un teléfono móvil.

De todos los investigados que comparecieron ayer, sólo Francisco Grau Jornet quiso declarar, aunque su relato no le sirvió para modificar la petición de cárcel realizada por la Fiscalía Anticorrupción que la jueza acordó.

El resto de imputados se acogieron a su derecho a no declarar, una decisión habitual en las causas que se mantienen bajo secreto de sumario, ya que los indicios que existen contra los investigados aún son desconocidos hasta para las mismas defensas.

Respecto a la mujer y la secretaria de Zaplana, Rosa Barceló y Mitsouko Henríquez respectivamente, ninguna de las dos tuvo que declarar ayer ante la jueza y el Fiscal Anticorrupción. Aunque ambas están investigadas en la causa, su comparecencia se producirá en los próximos días. Aunque Barceló permaneció gran parte del día en la Ciutat de la Justícia junto a sus hijas. Ninguna de ellas quiso hacer declaraciones a los periodistas.