El cierre de playas en València y su área metropolitana por la presencia de niveles por encima de lo permitido de la bacteria Escherichia coli, popularmente conocida como aguas fecales, sumó ayer un nuevo arenal: la Platja Nord de la Pobla de Farnals, uniéndose a la de Massamagrell y dos del Puig, que durante el miércoles permanecieron clausurados al baño tras la prohibición decretada por la Generalitat el martes. Desde que arrancara la temporada de verano nueve playas han tenido que izar la bandera roja impidiendo el acceso de los bañistas al mar por el mismo motivo.

La situación ha alcanzado tal grado de importancia que la Generalitat Valenciana anunció que ya está estudiando poner en marcha, con la colaboración de ayuntamientos, un plan para localizar 'puntos negros' y llevar a cabo la instalación de redes de alcantarillado y conexiones a redes de depuración que eviten que se repitan episodios de cierres de playas a causa de la presencia de la bacteria Escherichia coli por encima de los niveles permitidos.

El director general del Agua de la administración autonómica, Manuel Aldeguer, insiste en descartar «totalmente» que las aguas fecales provengan de las depuradoras del área metropolitana o de los cruceros y mantiene la tesis de que la bacteria que llega al mar proviene de las acequias. «La realidad es más cotidiana y más sencilla: estamos en unas comarcas con actividad agrícola intensa histórica que usan el agua de acueductos, acequias y azarbes para dar de comer a animales y otras cuestiones domésticas y se han desarrollado viviendas sin colectores ni redes de alcantarillado conectados directamente a acequias, lo que hace que la eliminación del problema sea compleja», explica Aldeguer.

Y pese a que el director general del Agua admite que el problema «no lo vamos a resolver en cuatro días», sí advierte de que «si no nos metemos ahora, se volverá a repetir». Por ello, anuncia que «de manera inmediata», se convocará a una reunión con los ayuntamientos más importantes afectados, regantes, la Confederación Hidrográfica y técnicos de la conselleria «para ver cómo podemos actuar de una manera circunstancial» y que este verano «no tengamos más sustos».

En este sentido, asegura que para que la solución sea «de fondo», apunta que hace falta algo a más largo plazo y avanza que la Generalitat «está estudiando a la vez contratar una consultoría que dirija un técnico municipal en colaboración con ayuntamientos que estén dispuestos a echar una mano para empezar un plan de instalación de redes de alcantarillado y conexiones a redes de depuración para que esta situación solo se produzca cuando llueva, algo inevitable por el arrastre de fangos», indica el dirigente.

Aldeguer apunta que si en su día se advirtió de la situación a algún municipio y no se actuó, «ahora hay que poner remedio», por lo que afirma que «vamos a ponernos las pilas y a intentar que ver los puntos negros y qué solución tienen». Y ponen un ejemplo sobre el que ya trabajan: «el colector este, al sur de València, donde hay un problema complejo; ahí va La Albufera, un espacio protegido, y aunque las aves y los peces no se quejen, se está trabajando intensamente y en unos meses tendremos datos y propuestas de solución».

A más analíticas, más casos

Aldeguer, por último, reconoce que se están dando más casos de cierre por la presencia de la bacteria Escherichia coli en el agua del mar porque «se han intensificado las analíticas», pero da otra clave: «mientras que desde el puerto de Valencia se frena la corriente que baja de norte a sur; hacia arriba, hasta Sagunt, hay una veintena de acequias, marjales y desagües de gola y se ha dado la circunstancia de que en la gola de acequias, cuando se riega la parte final, el agua que ya no se usa se deja ir al mar porque no hay instalaciones suficientes para detenerlo».