Se considera pobreza severa a las personas que no pueden disponer de los recursos materiales, culturales y sociales necesarios para satisfacer sus necesidades básicas y, por tanto, quedan excluidas de las condiciones de vida mínimamente aceptables para el Estado o territorio en el que habitan. Ni se pueden permitir una tableta, ni ir al cine ni salir a cenar con sus amistades. O han de elegir entre comida y calor, entre cultura y pañales, o entre ordenador y zapatos.
En 2019, había 522.027 valencianos y valencianas en esta complicada situación, es decir, un 10,4 por ciento de la población. Pero justo al inicio de la pandemia las familias valencianas golpeadas por la falta de recursos se han disparado un 28,5 %. Según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), en 2020 se estima que 674.289 personas de la Comunitat Valenciana están al borde de la exclusión social.
La situación dramática que viven miles de personas sigue aumentando en la Comunitat Valenciana y el resto de España, y viene perfectamente explicado en el segundo informe «El Mapa de la Pobreza Severa en España. El Paisaje del Abandono», que analiza la situación de extrema pobreza del eslabón más débil y desconocido de la sociedad. Según EAPN-ES en tan solo un año el número de valencianos que llegan a fin de mes con lo justo para vivir ha aumentado en 152.262 personas. En total, los casi 700.000 ciudadanos afectados por esta pandemia económica representan ya al 13,4 por ciento de la población.
Justo antes de la covid
El horizonte es más que preocupante. Los datos hechos públicos por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza se tomaron como referencia justo antes del inicio de la pandemia sanitaria de la covid-19, por lo que no han tenido aún en cuenta los efectos devastadores de esta, con miles de puestos de trabajo arrasados y miles de personas con un poder adquisitivo menor como consecuencia de los expedientes de regulación temporal de empleo. De hecho, el análisis se hizo en un momento de recuperación económica.
Vivir con 6.417 euros al año
A nivel estatal, la situación es también muy preocupante. al inicio de la pandemia, 4,5 millones de personas en España (9,5 % de la población) vivía en situación de pobreza severa (un millón más que en 2008). Según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Condiciones de Vida (julio 2021), el umbral de renta para considerar que un hogar está en pobreza severa es de 6.417,3 € por unidad de consumo al año; es decir, cada persona debe sobrevivir con menos de 281 € mensuales para el caso de una familia con dos adultos y dos menores, y con menos de 535 € al mes si vive sola. Con este presupuesto, esas personas han de cubrir todas sus necesidades: vivienda, alimentación, ropa, educación de los hijos e hijas, salud, energía, ocio y otras.
La vivienda es el indicador más preocupante, ya que en València el alquiler medio de un piso de 80 metros cuadrados superaba los 600 euros a mediados de este año, según los portales inmobiliarios. Si una familia no dispone de hogar propio, estos arrendamientos les condenan a vivir en riesgo de exclusión social en el caso de padecer pobreza severa. De ahí que los colectivos sociales alcen la voz para que el Gobierno dé el paso para regular el precio del alquiler.
Infancia y adolescencia, la más castigada
El informe indica que la gran mayoría de las personas en pobreza severa son españolas (72 %), muchas de ellas con un nivel educativo medio (53 %) o alto (17,9 %) y, además, con trabajo (27,5%) y con vivienda (95,2 %). El 14,1 % de las niñas, niños y adolescentes (17 años o menos) vive en esta situación. El 12% de las personas que vive en hogares con menores está en situación de pobreza severa frente al 7,1 % de las que viven en hogares sin menores. Y el 21,5 % de las personas que vive en hogares monoparentales está en situación de pobreza severa; la inmensa mayoría está a cargo de una mujer.
