Entre la Comunitat Valenciana y EEUU dista un océano y, sin embargo, la sentencia de la Corte Suprema norteamericana derogando el derecho al aborto (y dejando este en manos de la regulación de cada Estado) supone una alerta para asociaciones feministas a más de 6.000 kilómetros de distancia. "No está tan lejos como parece", advierte Amàlia Alba, de la Federació de Dones Progressistes; "es el espejo que sirve para avisarnos de lo que puede venir", complementa la portavoz de la Assemblea Feminista, Mireia Biosca.
La noticia es una mala noticia para los derechos de las mujeres, admiten las consultadas de diferentes organizaciones feministas y expertas en la materia. Da igual que sea en otro continente, forma parte de la "ola reaccionaria", un contragolpe a las décadas de avances en derechos de las mujeres. "Es importante ser internacionalista, tener un feminismo que vaya más allá de los avances en un país determinado porque el patriarcado está unido y es global y su respuesta ha de ser también global", señala Biosca.
Le pone concreción a la amenaza: la ley del aborto de 2010, la llamada ley de plazos, está recurrida en el Tribunal Constitucional por parte del PP y está guardada en un cajón a la espera de debate y sentencia por el órgano judicial. Las últimas informaciones hablan de que el borrador de la ponencia rechazará el recurso de los 'populares' de hace más de una década, pero el caso ejemplifica que la distancia física es menor que la del contexto político.
"La extrema derecha y la derecha más conservadora está muy unida en este tema y están en plena ofensiva, en EE UU y aquí", explica por su parte la presidenta de la Federació de Dones Progressistes, para quien el derecho al aborto es "un buen indicador para saber cuánto de igualitario es un sistema". En esa llamada "ola reaccionaria", Alba llama a estar "muy vigilantes" ante esa contrarreforma ya que cuando se da "una situación de avanzar en derechos siempre aparece una reacción".
"Los derechos de las mujeres están cuestionados sistemáticamente, cualquier excusa parece buena para intentar tirar hacia atrás algunos de los logros", insiste la máxima representante de la Federació de Dones Progressistes. Comparte análisis la portavoz de la Assemblea Feminista: "Lo que ha pasado en EEUU puede pasar aquí y para impedirlo es necesario estar al tanto y con un feminismo movilizado en las calles porque la extrema derecha ya está en algunas instituciones".
Para Biosca es "impensable" pensar en que el aborto fuera algo ilegal, que estuviera penalizado o incluso que no fuera un derecho como se logró consolidar en la ley de 2010. "Los avances se los debemos a todas las mujeres luchadoras desde los años 70", asegura al tiempo que alerta: "Si se atreven a ir contra el derecho al aborto que ya está consolidado y que es un derecho fundamental para las mujeres, ¿Qué más no se atreverán a tocar?".
El aviso se hace verbo en las palabras expresadas este sábado por el exministro del PP Jaime Mayor Oreja. "El debate del derecho a la vida está más vivo que nunca", aseguró en declaraciones al periódico ABC. "Los avances legislativos tienen que ver con las presiones y los consensos sociales, por eso es tan importante que el feminismo siga mostrándose como un agente que reclame por sus derechos", sentencia la doctora en Sociología y especialista en estudios de género, Marcela Jabbaz.
