Más del 70 % de la población valora negativamente la objetividad de los periodistas y hasta el 69 % afirma que «engañan deliberadamente».

Así lo recogió, en alusión a los datos estadísticos de la consultora Edelman, Arturo Pinedo, director general de Llorente y Cuenca (LLYC) en España y Portugal, durante la presentación del cortometraje «Lo que queda escrito».

'Existe una brecha generacional, vivimos en galaxias comunicativas que ni se tocan'

Verónica Fumanal - Fundadora de Politikom

El evento celebrado ayer, que contó con la colaboración de Levante-EMV y estuvo presentado por la periodista Silvia Tomás, sirvió para configurar un espacio de reflexión del que pudieron extraerse diversas conclusiones: los medios de comunicación no solo se enfrentan a una crisis de confianza, sino que deben repensar su modelo de negocio y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de información liderados por una generación altamente digitalizada.

'No debemos desvirtuarnos en nuestro intento de atraer al lector, sino ser veraces al informar'

Víctor Maceda - Redactor jefe de la revista 'El Temps'

El proyecto audiovisual ideado por Pinedo y protagonizado por las actrices Melani Olivares y Nerea Camacho es, por tanto, una escenificación de la disrupción imperante que atraviesa la profesión periodística y sobre la que Juan Ramón Gil, director general de Contenidos de Prensa Ibérica en Alicante, Murcia y Andalucía; Esther Castellano, presidenta de Dircom Comunitat Valenciana; Víctor Maceda, redactor jefe de la revista «El Temps»; y Verónica Fumanal, fundadora de Politikom y presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), debatieron tras el visionado.

Presentación del cortometraje 'Lo que queda escrito'. Fernando Bustamante

Así, como instó Arturo Pinedo, lo esencial es «ser capaces de discernir el contexto que hay detrás de la estadística».

En este sentido, Fumanal expuso, en referencia a la tecnologización y su afectación a la empresa periodística, que «hemos socializado en unos medios de comunicación que han cambiado de forma abrupta», ocasionando una «ruptura generacional» y «galaxias comunicativas que, en muchas ocasiones, ni se tocan». Pero, ¿por qué?

'Hay que volver a reputar la profesión periodística y, para ello, es necesario el rigor'

Esther Castellano - Presidenta de Dircom Comunitat Valenciana

Este escenario, como coincidieron de forma unánime todos los participantes, perjudica a la democracia y aleja entre sí ya no solo los relatos, sino la credibilidad de los mismos.

Recuperar la confianza del lector es, en esta instancia, «complejo», pero también necesario.

«Nuestro trabajo como periodistas es difundir información veraz y relevante puesta al servicio de la ciudadanía», destacó Gil, que estableció que «lo que queda escrito no es necesariamente la verdad, pero sí lo que perdura», por lo que insistió en la responsabilidad que deben asumir los y las profesionales de la información.

'Los periodistas deben asumir los principios éticos de la profesión y ejercerla sin presión'

Arturo Pinedo - Director general de LLYC en España y Portugal

Y, en el proceso de reputar la profesión periodística, tildó como «vital» reivindicar dicha función.

Un argumento también defendido por Maceda, que señaló la dependencia existente entre las empresas periodísticas y la Administración, y Castellano, para quien el futuro del sector pasa, ineludiblemente, por la adaptación del canal de distribución, así como por el lenguaje de la información y el rigor.

Además, los cuatro participantes destacaron que el contenido patrocinado no debe suponer, bajo ningún concepto, un blindaje mediático para las empresas contratantes y que la simbiosis entre la esfera política y mediática no solo es óptima, sino también necesaria mientras parta de la honestidad.

'Poner publicidad en un medio no debe significar para las empresas comprar su protección'

Juan Ramón Gil - Director general de Contenidos de Prensa Ibérica en Alicante, Murcia y Andalucía

Por último, reivindicaron mejores condiciones laborales para los profesionales y financiación distribuida para mitigar las presiones, tanto externas como internas, pues el fin último es ofrecer información de forma libre y veraz.