Paco D. Ausina, Massamagrell

El Arzobispado de Valencia, principal y único beneficiario de la operación urbanística exigida por el fraile capuchino Pedro Enrique Rivera en Massamagrell, sigue inhibiéndose en el asunto. Ni los quince días de huelga del sacerdote ni el tenso pleno que rechazó la petición para recalificar un solar y donar a su patrimonio han hecho suficiente mella en el organismo rector de los sacerdotes para que tercie en el asunto.

Ante las llamadas reiteradas de Levante-EMV durante todo el día de ayer, desde el Arzobispado de Valencia se señaló la voluntad de no realizar manifestación alguna. Todo ello a pesar de que será el estamento que deberá rechazar o no la propuesta de compra del solar aprobada por el consistorio en pleno en la noche del miércoles y de que fueron varias las formaciones políticas y los vecinos asistentes que pidieron que sea el Arzobispado el que negocie una salida al conflicto. La oposición formada por PSOE, Bloc, IEM y EU, ofrecieron en el pleno una cantidad que superaría el millón de euros por un solar de uso socio cultural que el Arzobispado posee a partir de la donación de un devoto y la construcción de un centro cívico en ese solar.

Esta fue la propuesta aprobada en el pleno más recordado y con más presencia vecinal de las últimos años. La oposición, que cuenta con mayoría absoluta, aprobó con nueve votos a favor la petición de comprar al Arzobispado el solar y mantenerlo como socio-cultural. El dinero saldría de los aprovechamientos urbanísticos de la zona.

Por su parte, el gobierno del PP en minoría, votó contra la alternativa de la oposición, pues para los populares la primera opción defendida ha sido la recalificación que demandaba Pedro Enrique acompañada de la donación de otro solar municipal y la licencia para construir y explotar un aparcamiento subterraneo por parte del sacerdote.

La oposición sugirió que fueran los técnicos municipales -y no el estamento político- quienes llevaran la negociación con el fin de agilizar los trámites con el Arzobispado, postura que no aceptó el alcalde popular Miguel Bailach.

Insatisfacción general

La solución aprobada por el pleno no contentó al párroco, quien sin mover un ápice su planteamiento inicial mantiene que lo mejor hubiese sido la recalificación del solar, al igual que un nutrido grupo de vecinos que apoyaron en el pleno a Pedro Enrique. El sacerdote, tras el pleno en el que durante más de 45 minutos recriminó a los concejales electos su postura, cenó por primera vez en de quince días junto a los suyos en la parroquia Nuestra Señorial del Rosario del barrio de la Magdalena.

Por su parte, la ejecutiva comarcal del PSPV-PSOE de l$27Horta Nord decidió respaldar unánimememente la postura adoptada por el Partido Socialista de Massamagrell que calificaron como «una decisión meditada fruto de la reflexión».