Laura Ballester, Valencia

El Ministerio de Medio Ambiente negocia con ayuntamientos o propietarios particulares la adquisición de terrenos en 12 municipios del litoral valenciano para incorporarlos al dominio público marítimo terrestre y preservarlos de la fiebre urbanizadora. Según fuentes del departamento que dirige Cristina Narbona, se han realizado gestiones para adquirir parcelas en toda la Comunitat Valenciana. Las negociaciones con los propietarios de suelo en el litoral Ñpúblicos y privadosÑ se encuentran en una fase más avanzada en Finestrat, Dénia, Torrevieja, Tavernes de Valldigna y Orpesa, donde Medio Ambiente podría adquirir una parcela en cada localidad.

También se realizan gestiones, para negociar la compra de terrenos que incorporar al dominio público marítimo terrestre en Calp, Gandia, Cullera (para incorporar tres parcelas a los bienes del Estado), la ciudad de Valencia, Oliva (donde también podrían adquirirse otras tres parcelas), Massamagrell y Alboraia. Fuentes del ministerio eludieron dar más detalles, sobre la ubicación del suelo que se pretenden comprar o lo avanzado de las gestiones, «porque este tipo de negociaciones precisan de discreción para que no se fastidien». No obstante, confirmaron que se trabaja a partir del listado que sugirió la Conselleria de Territorio, aunque también con parcelas ofrecidas por ayuntamientos o colectivos ecologistas.

Hasta ahora sólo se conocían las conversaciones para adquirir terrenos en Finestrat, a propuesta del Servicio de Costas de Alicante y del ayuntamiento, para comprar suelo al norte de la cala de Finestrat. En Dénia, el pleno del ayuntamiento aprobó una moción de Els Verds-l$27Entesa para solicitar al ministerio la adquisición de terrenos y preservarlos de la fiebre constructora. La playa de l$27Ahuir de Gandia ha sido incluida en el programa a propuesta de la dirección de Costas.

El Ministerio de Medio Ambiente ha incluido en los presupuestos de 2006 unos 20 millones de euros (3.300 millones de pesetas) para comprar terrenos en todo el litoral español. El suelo se adquiere a precios de mercado, «aunque se negocia con los propietarios y ayuntamientos». Se trata de pagar precios «razonables» ya que en las zonas degradadas se recuperarán los valores medioambientales de las parcelas.