Nuria Tendeiro Parrilla, Valencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó 2005 como el año de la erradicación de la lepra en el mundo, un objetivo que -evidentemente- no se ha alcanzado. Pero el año pasado no resultó en balde para las entidades que trabajan en este sector de desarrollo sanitario. Según la organización valenciana Fontilles, pionera en España en el tratamiento e investigación de la enfermedad, «los avances en 2005 han sido grandes y fijar el objetivo ha permitido llamar la atención sobre el problema y lograr compromisos y alianzas».

Fontilles hace balance de su actividad durante el pasado año y ha hecho pública su memoria de 2005, en la que certifica el aumento del número de sus beneficiarios directos que ha pasado de los 167.308 de 2004 a los 285.157 de 2005, así como el incremento de proyectos, de 21 a 24, y el de países en los que ha trabajado, de 10 a 14.

Los proyectos de salud integral en Nepal y Nicaragua; la lucha intensificada en India y Brasil; la complejidad del trabajo en China; el propósito de la entidad humanitaria de acercarse a África y a otra dura enfermedad, la úlcera de Buruli han focalizado la mayor parte del esfuerzo de Fontilles por salvaguardar la vida digna de los miles de afectados que en el mundo no tienen la posibilidad de acceder a una asistencia sanitaria de calidad. Para ello, la ONG ha contado con la ayuda de 88 socios y 9.040 donantes -entre personas físicas y jurídicas-, así como con el trabajo altruista de 465 personas voluntarias y un equipo de recursos humanos entre empleados, padres y hermanas de 180 personas. La actividad de Educación para el Desarrollo ha seguido creciendo y unos 1.500 jóvenes aprendieron el pasado año cuestiones relativas a la enfermedad y al subdesarrollo en el mundo, a través de la campaña «Viaje de sensibilización».

Por otro lado, el sanatorio de Fontilles atendió a 58 residentes y 150 personas en tratamiento ambulatorio. Y se ampliaron las tareas de comunicación, formación e investigación.