Levante-EMV, Valencia

Los regantes de la cuenca del Vinalopó se concentrarán el próximo lunes en la Plaza de Baix de Elx para protestar contra el nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó coincidiendo con la sesión de pleno en la que el consistorio alicantino aprobará un convenio con Aguas del Júcar para nutrirse de caudales del trasvase modificado.

Un portavoz de los regantes, Angel Urbina, explicó que la protesta esta motivada en que la toma del azud de la Marquesa supondrá «el trasvase de vertidos y de retornos de riego», es decir, un agua que en su opinión no tiene calidad para el regadío.

Según Urbina, durante todo un año de controles periódicos no se ha conseguido en el azud ni un solo análisis de agua con un resultado inferior a los «1.500 microsiemens» de conductividad.

La Junta pide agua con un máximo de 850 microsiemens y un precio similar al que pagan por el agua del trasvase Tajo-Segura.

Paradójicamente Urbina se quejó de que algunas comunidades del Vinalopó riegan con agua con 2.000 microsiemens extraída a 600 metros de profundidad.

Por su parte, e conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón inauguró las obras de ampliación de la depuradora de Crevillent (Alicante), en la que se han invertido 9,7 millones de euros. Esta actuación, dijo, «viene a paliar la escasez de agua, pero no a solucionar los problemas hídricos de estas comarcas», que en su opinión, «pasaba por el trasvase del Ebro».

Modernización del regadío

Por otro lado, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, inauguró ayer las obras de modernización de los regadíos de la Comunidad de Regantes Cota 220-Río Mijares donde se han invertido 15,5 millones de euros. Las obras, realizadas en 16 meses, incluyen una balsa de almacenamiento y un centro de control de riego que beneficiará a 2.590 regantes de las localidades de Onda y Betxí.