A. G., Valencia

Las primeras actuaciones normativas de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) empiezan a recibir críticas de quienes se enfrentan cada día al uso y la enseñanza del valenciano por su filosofía de intentar dar cabida al mayor número posible de formas y expresiones. El departamento de valenciano del Instituto de Secundaria (IES) número 1 del complejo educativo de Cheste ha enviado un escrito a la autoridad lingüística en el que manifiesta su rechazo a los planteamientos observados en el Diccionari Ortogràfic i de Pronunciació del Valencià (DOPV), publicado el pasado verano, y a la Gramàtica Normativa Valenciana (GNV), en la calle desde hace unos días.

Los profesores argumentan su desacuerdo con las publicaciones y los acuerdos de la AVL porque «promueven la disgregación de la lengua». Como ejemplo, citan que la institución que preside Ascensió Figueres acepta hasta cuatro formas posibles de una única palabra (teniste, tenista, tenniste y tennista). Otra crítica: «Proponen un modelo de lengua que no diferencia claramente entre un registro estándar y otro coloquial, cosa que dificulta mucho su uso».

Ante ello, consideran que estas obras son «innecesarias porque los catalanohablantes disponemos de una codificación lingüística y de un diccionario desde hace muchos años».

La conclusión se resume en pedir a la AVL que abandone su tarea normativizadora y «no dificulte el trabajo del profesorado y el alumnado». Desearían -sentencian los docentes del departamento de valenciano del IES de Cheste- que se dedicara a crear unas condiciones favorables para la lengua y a fomentar su uso.

Un representante del departamento aseguró a este diario que el manifiesto ha sido enviado a otros institutos de Secundaria que se han mostrado interesados en respaldar la protesta y que el contenido del texto -la redacción es obra de este grupo de profesores- ha sido previamente comentada con otros docentes.