S. G./Agencia, Denia/Ibiza.

Las posibilidades de que el combustible del buque Don Pedro, que se hundió junto al puerto de Ibiza en la madrugada del miércoles, pudiera alcanzar la costa peninsular son reducidas si no cambian drásticamente las condiciones meteorológicas que se apuntan en las predicciones. Aunque el hundimiento se produjo junto al puerto ibicenco, la distancia desde allí hasta el puerto peninsular más próximo, el de Dénia, es de apenas 49 millas. No obstante, diferentes factores convierten en escasas las posibilidades de que el fuel, que ya ha llegado a la costa de la isla balear, pudiera alcanzar las playas más próximas de la península, en la comarca de la Marina Alta.

La poca profundidad a la que se encuentra hundido el buque de Iscomar, a 35 metros, facilita las tareas de sellado de las fugas de fuel, ya que permite trabajar con buzos, según explicó ayer el experto dianense en Ciencias del Mar Josep Crespo. Sólo un fuerte temporal -las previsiones meteorológicas no apuntan a eso- que pudiera ocasionar la rotura del barco podría hacer, opinó, que el fuel llegara a la costa peninsular, pero aún así sería poco probable, debido a otras circunstancias. Principalmente, porque las corrientes marinas entre Dénia e Ibiza son paralelas a la costa. Es decir, en caso de que no pueda contenerse la fuga de fuel, lo lógico sería que éste se expandiera en dirección norte o sur, y no hacia las playas valencianas.

Asimismo, Crespo recordó que con precedentes como el del Prestige en Galicia, se han mejorado los dispositivos de contención de este tipo de percances. De hecho, desde poco después del accidente del Don Pedro varias embarcaciones tendieron barreras alrededor del lugar del hundimiento para retener el vertido. De hecho, ésta última ya ha comenzado a tomar medidas de seguridad como precaución, por si parte del vertido se acerca a su costa.

Trabajos contrareloj

La mancha de combustible vertido tras el hundimiento del mercante Don Pedro de la línea Ibiza-Valencia frente al puerto de Ibiza afecta a 6 kilómetros de costa y ha obligado a cerrar dos playas y a poner en alerta otra. Una de ellas, la de Talamanca, ya se veía afectada la noche anterior, cuando el fuel llegaba a la arena. Ante esta situación Salvamento Marítimo ha querido tranquilizar a los ciudadanos asegurando que el 80% de la mancha ya está controlada tras los trabajos de taponamiento de la última de las tres fisuras del buque por la que todavía salía combustible.

La Fiscalía de Baleares ya ha abierto diligencias y ha pedido al Seprona que comience investigaciones para conocer las causas del hundimiento del mercante y las consecuencias de la mancha. El capitán y la tripulación declaraban ayer ante la Guardia Civil. El consistorio de Ibiza izó a primera hora de ayer la bandera roja en la playa de Talamanca para evitar posibles problemas sanitarios, aunque no se han realizado análisis que confirmen la insalubridad del agua. Mientras, efectivos de tierra trabajaron toda la jornada para retirar a mano los restos de combustibles que cubren la orilla y parte de la arena.