José Luis Zaragozá

Nadie se ha atrevido en España, ni por supuesto, en todo el mundo, a desvelar que el inventor de la radio fue el ingeniero militar nacido en Segorbe Julio Cervera Baviera y no Marconi, tal como se creía hasta ahora, y que la primera emisora de radio española fue en realidad Radio Madrid, impulsada por una asociación de comerciantes de la ciudad y que estuvo funcionando a comienzos de 1924. El castellonense Ángel Faus Belau, posiblemente el mayor especialista en España sobre la historia radiofónica, se atreve. Acaba de publicar La radio en España (1896-1977). Una historia documental, un texto de 1.250 páginas -aunque el autor ya avisa que tiene preparada la segunda parte, quizá la que más ampollas levantará sobre la evolución de este medio de comunicación-, en cuyo rastreo afloran cerca de 37.000 referencias y documentos desconocidos en su mayoría. Algo más de 8.000 escritos escritos han sido utilizados en su elaboración.

Su investigación, que arranca el 2 de junio de 1986 -ese día Marconi obtiene la primera patente, provisional, sobre su procedimiento de «telegrafía sin hilos»- que para muchos es el instante en el que comienza la historia de la radio. Para otros ese punto de inicio habría que situarlo el 12 de diciembre de 1901, día en que las señales saltan sobre el Atlántico. «Pero ahí no arranca la radio», constata Faus. Eso sí, son momentos cumbre del antecedente técnico inmediato de la telefonía sin hilos: la radio. Y la citada investigación se extiende hasta el 22 de noviembre de 1977. Relata la evolución radiotelegráfica y radiotelefonía española, e incluye interesantes referencias al contexto técnico internacional, sí como la terrible situación de la radio en España, sujeta a la censura feroz franquista.

La fecha elegida como punto de llegada, el arranque de la transición política en España tras la muerte de Franco, marca «el instante en que la radio española recupera una de las constantes de la radio universal: la información, hurtada al medio en España durante todo su recorrido histórico». El análisis de la documentación alcanzada proporciona pequeñas y grandes sorpresas. Así, se puede establecer el momento en que Marconi comienza a trabajar en la telefonía sin hilos -con gran repercusión en los grandes rotativos europeos, entre éstos los periódicos londinenses- en 1913. Por eso, Faus sostiene con precisión el instante en que, por primera vez en el mundo, un documento público da fe de la voluntad del almirante Cervera Baviera de comercializar (en 1902) el primer sistema de telefonía sin hilos en España y Europa. Este ingeniero diseñó estaciones de radiotelegrafía en Ceuta, y en el cabo de la Nao (Xàbia)), y en Ibiza.

Más que un servicio público. La vocación marinera que se dio a este medio de comunicación desde sus orígenes convirtieron en vecinos a ciudadanos en las antípodas. El fabricante garantizaba un alcance de 750 kilómetros durante el días, y 3.700, por la noche. Así, los mensajes de socorro transmitidos desde salvaron la vida a más de 700 personas en la madrugada del 15 de abril de 1912, cuando se hundió el Titanic. Otras 1.500 perecieron

La radio española retransmitió el primer sorteo de Navidad en 1923. Según Faus es «la primera noticia de una emisión española que apunta en la dirección de comunicar, aunque esa intención reside en los organizadores y no en la Sociedad Radio-Ibérica S.A.».

Primeras radios en España. Radio España fue la primera emisora del país que comenzó a emitir con licencia tras inaugurar oficialmente sus emisiones en Madrid un lunes 10 de noviembre de 1924, sin embargo, al solicitarla en segundo lugar le correspondió el indicativo EAJ 2.(hay que señalar que las primeras licencias se habían otorgado durante el verano de 1924 , concediéndose un plazo de seis meses para comenzar a emitir).

Radio Barcelona obtuvo el 14 de julio de 1924 la licencia número uno (EAJ 1) al solicitarla primero tras abrirse el plazo, pero siendo la segunda en inaugurase después de Radio España, si bien con cuatro días de diferencia. Radio Barcelona fue promovida por la Asociación Nacional de Radiodifusión y constituida, concretamente, por un grupo de industriales catalanes del sector radioeléctrico que encabezaba el ingeniero Jose Mª Guillén.

Con las perspectiva de los últimos cien años de radio en España, según el profesor Faus se puede afirmar que el hecho más importante de este tiempo es la creación de Unión Radio y su sucesora, la Cadena Ser.

Radio Valencia. La primera noticia referente a Radio Valencia (EAJ-14) aparece publicada en la revista Radio Barcelona en marzo de 1925: «Se ha constituido en Barcelona la S.A. de Radiodifusión, al frente de la cual figuran el señor López Aznar como director técnico y el señor Pérez Aguirre, director de la agencia de publicidad Los Tiroleses, para explotar en Valencia una estación emisora que se denominará Radio-Valencia. El material empleado ha sido facilitado por la Ibérica de Telecomunicaciones y proviene de la serie de estaciones para los buques de guerra que se construyeron hace algunos años y que ha sido completamente reformada epor el conocido señor Castilla». De esta época también son Radio Grao o Radio Alcoy (EAJ-12), única que aún mantiene su denominación e indicativo. Cómo han cambiado los tiempos, ahora este grupo está en manos del Grupo Prisa y desde hace pocos días, del fondo de inversión 3i. Efectos de la globalización.

Vientos contrarios (1936-1939) . Sostiene el profesor Faus que también la radio y quienes la hacen posible sufren el desafuero, la arbitrariedad y la injusticia por parte de unos y otros. Algún día habrá que contar los muertos de la radio española y rendirles un homenaje. Porque a pie de radio -a veces en el mismo locutorio o junto a la puerta de la emisora, contra el paredón o incluso sin él- hubo profesionales asesinados. Por la misma puerta salieron hacia el exilio interior, exterior, la cuneta o el cementerio muchos profesionales del medio. «Eran rojos y azules, azules y rojos, inocentes manipulados por salvajes de todos los colores», agrega. En su opinión, la Guerra Civil española «comienza en la radio y con ellas se conjuga hasta el final».

Y tras la guerra llegó la censura y la propaganda. En sus Recuerdos de la Guerra Civil española, George Orwell, lamenta que «las leyes de la naturaleza son tan implacables para los ejércitos rojos como para los blancos. Un piojo es un piojo y una bomba es una bomba, por muy justa que sea la causa por la que se combate... la propaganda bélica oficial, con su hipocresía y fariseísmo nauseabundos, siempre consigue que la gente sensata simpatice con el enemigo».

El 12 de julio de 1939 se puede leer en el recientemente fundado diario Levante una inserción que Vicente Escrivá Soriano firma como Jefe de Propaganda del Estado, que en ese momento ocupa Dionisio Ridruejo. La doctrina censora y propagandística que manipula la radio entre 1939 y 1977 se reduce a una ley (la Ley de Prensa de 1938), unas pocas órdenes, cuatro circulares significativas -de entre miles de ellas- y una instrucción. Todos estos instrumentos son producidos entre 1938 y 1942 por la vicesecretaría de Educación Popular de Gabriel Arias Salgado, y rigen hasta 1977. El «cuñadísimo» Serrano Suñer llegó a publicar que «haremos que la radio como instrumento llegue hasta la última aldea; para estos se puede llegar incluso a dotar gratuitamente de receptores a las escuelas de Falange, etcétera...».

RNE. a través de sus «partes», jugó un papel dominante en la maquinaria propagandística franquista. Por su parte, la emisoras parroquiales, que con el tiempo dieron origen a la cadena Cope, jugaron también un papel clave para las tareas pastorales de la iglesia. Florecen por doquier, tanto en núcleos grandes como pequeños, en el campo y en la ciudad. En 1958 eran casi 200 en toda España.

Y se dieron los primeros pasos el teatro radiofónico, y apareció «Carrusel deportivo», y los «Cuarenta principales»... Ya a finales de los sesenta se perciben signos de la crisis que hubiera terminado con el medio de no acceder a la libertad informativa total. Y llama la atención de la elevada audiencia española de los programas de la BBC y de la RTF francesa entre los años 1973 y 1977. La crisis de la radio mundial era de renovación, la de España, de credibilidad. «¡Salvad la radio!» predicaba Faus entonces. Ahora, treinta años después,. también repite este mensaje.