José Sierra, Valencia

Sin embargo, y de acuerdo a este mismo documento, la Confederación Hidrográfica del Júcar no establecerá formalmente la declaración de "Emergencia" hasta que los valores actuales no se mantengan al menos durante dos meses consecutivos.

El Turia se encuentra oficialmente en situación de "prealerta" con posibilidad de pasar a la de alerta en las próximas semanas. Sin embargo, para el resto de los sistemas hidrográficos de la Comunitat Valenciana, la situación es mucho menos preocupante.

Fuentes de la CHJ dijeron que el posible retraso en la declaración formal de emergencia para el Júcar se basa en un principio de precaución- no se trata de esconder una situación "delicada", dijeron- y su objetivo no provocar "cambios bruscos en la gestión" del río.

En cualquier caso, la gravedad de las situación podría llevar ya a la CHJ a adoptar medidas suplementarias como la de adquirir derechos de riego en Albacete para evitar que el río se seque este verano.

Más demanda

Hace apenas una semana que finalizaron los plazos para que los regantes de Albacete ofertaran a la CHJ el agua de la que disponen por concesión. Pese al "éxito" de la convocatoria -aproximadamente un 75% de las 25.000 hectárea sobre las que se proyectaba la Oferta Pública de Adquisición de Derechos de Agua (OPAD) han aceptado las condiciones -, la Confederación Hidrográfica podría hacer hoy, durante una reunión de la Comisión de la Sequía convocada en Albacete, una nueva oferta mucho más ambiciosa que incluiría incluso la renuncia expresa a regar la próxima campaña a cambio de una compensación económica.

Según datos facilitados por la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, sus asociados han presentado alrededor de 200 expedientes que supondrán un ahorro de unos 38 hectómetros frente a los 50 que había fijado como objetivo la CHJ.

Sin embargo, la notoria ausencia de lluvias en La Mancha y, sobre todo, en la cabecera del río Júcar ha hecho que las aportaciones al embalse de Alarcón desde que arrancó el año hidrológico el pasado 1 de octubre ha sido únicamente de 32 hectómetros cúbicos, la más baja desde la década de los años sesenta.

Con este régimen de entradas no hay agua suficiente en el embalse para atender las demandas del regadío valenciano y ni siquiera para mantener un mínimo caudal en el río y evitar que se seque este verano.