Joan Mestre, Castelló

Juntos pero no revueltos. Hermanados pero divididos. Las diferentes comitivas del PP y PSOE acudieron ayer a la Romeria de les Canyes con la mirada puesta en las elecciones generales. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, obvió las recomendaciones del alcalde de Castelló, Alberto Fabra, de aparcar la campaña electoral en la Magdalena, y lanzó -justo después de la misa- duros ataques contra José Luis Rodríguez Zapatero. Andrea Fabra, acompañada de su marido, el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, llevó el peso del PP de Castelló ante las ausencias del número 1, Juan Costa, y de su padre y presidente de la diputación, Carlos Fabra, mientras el cabeza de lista del PSOE, Jordi Sevilla, encabezaba la representación socialista.

Las delegaciones de ambos partidos participaban primero, a las ocho de la mañana, en una misa en la Concatedral de Santa María y posteriormente partían hacia Sant Roc de Canet. Francisco Camps presidía en primera fila el grupo de autoridades, junto al alcalde Alberto Fabra, y los consellers Vicent Rambla, Alejandro Font de Mora, Manuel Cervera y Angélica Such, seguidos en bloque por diputados, concejales y candidatos del PP. Fabra y Güemes se quedaban en un primer momento rezagados y eran superados por los socialistas. Inmediatamente, tras ser apercibidos por compañeros de su partido, se colocaban en los primeros puestos, llegando en algunos momentos a presidir la peregrinación institucional junto al mismo Camps. En segundo término se situaban los dirigentes del PSOE, como Jordi Sevilla, el subdelegado del Gobierno, Antoni Lorenzo, el portavoz del grupo municipal, Juan María Calles, los diputados autonómicos, Ignacio Subías, Isabel Escudero, y el portavoz en Castelló, Juan María Calles.

"La gran estafa"

Parecía que por un día las dos formaciones iban a dejar de lado la confrontación electoral, tal como instó el alcalde en un bando el viernes. Pero no. En la salida de la romeria, el presidente del Consell cargaba contra Zapatero y afirmaba que "la gran estafa" del Gobierno central con la Comunitat Valenciana ha sido "la paralización del trasvase del Ebro, la licitación del AVE en el último momento".

Por su parte, Sevilla cumplía a rajatabla la directrices de Alberto Fabra, y evitaba opinar sobre las elecciones generales. "Hoy (por ayer) dejamos de lado la actividad política porque éste es un acto muy importante sobre todo, porque evidencia que nosotros, los políticos, tenemos muchas cosas en común, entre nosotros y con los ciudadanos", señaló el candidato socialista.