Pilar G. del Burgo, Valencia

La lista de espera ha llegado ya al colmo de los colmos, ya que no sólo abarca el tiempo que un paciente aguanta con estoicismo a que le llamen una vez que sabe que ha entrado en la relación quirúrgica de enfermos sino que hay un tiempo aún más perverso, que es el que transcurre desde que al paciente le dicen que tienen que operarle hasta que le llaman a la consulta de la especialidad para formalizar su ingreso en una lista de espera que la Conselleria de Sanidad se empeña en cifrar en 44 días máximos de demora.

Esto ha sido lo que le ha sucedido a Mari Carmen Contreras Gimeno, una vecina de Lliria de 48 años, que lleva nada más ni nada menos que dos años pendiente de que la citen en la consulta de traumatología del hospital Arnau de Vilanova para incluirla en la lista de espera para una intervención de menisco en la rodilla derecha.

La afectada recuerda que fue en marzo de 2005, como figura en los ordenadores del propio hospital, cuando el traumatológico del ambulatorio de Lliria le dijo: "Esto es para operar". Al preguntarle ella la fecha, el especialista le respondió: "Ya se lo diré cuando la llamen y venga a la consulta del hospital".

Desde entonces, veinticuatro meses: todo un récord.

Al ver que los meses se echaban encima, el marido de Mari Carmen llamó varias veces al hospital Arnau para saber si su mujer figuraba en la relación de pacientes, como les comentó el médico. "Sí, en el ordenador aparecía que el traumatólogo me había visitado el 7 de marzo de 2005", recuerda Mari Carmen, que destaca que en otra ocasión a su esposo le dijeron que había muchas personas en lista de espera y que ya le llamarían para incluirla, "porque así no estás en la lista de espera, que es una manera muy disimulada de que no haya tanta"

Harta de esperar, hace un mes presentó una reclamación en el hospital Arnau.