El campo de fútbol 8 de El Canó de Llíria que fue clausurado en octubre de 2016 por los múltiples agujeros que aparecieron en su césped artificial ya tiene solución. El pleno del Ayuntamiento de Llíria ha aprobado destinar íntegramente el Fondo de Cooperación Municipal procedente de la Diputación de València, 405.440 euros, para construir de nuevo el campo sobre el que ya se encuentra deteriorado. No obstante, el proyecto de reconstrucción supondrá un desembolso de unos 475.000 euros. De este modo, esta inversión se sumaría a los alrededor de 200.000 euros que costó en su día, procedentes de los PPOS de la diputación dirigida entonces por Alfonso Rus.

Es decir, el Ayuntamiento de Llíria se ha visto obligado a pagar el doble de lo que ya costó realizar el campo para conseguir darle un uso apropiado al terreno de juego. Las instalaciones de El Canó están compuestas por este campo y otros dos de fútbol 11, de los cuales uno se encuentra en perfectas condiciones, mientras que el otro ya presenta síntomas de deterioro similar al de fútbol 8, ya que ya presenta diversos boquetes.

Según denunció el concejal de Deportes, Pedro Vicente, el campo se construyó sin su correspondiente estudio geotécnico. Al poco de entrar en el equipo de gobierno, en 2015, según añade, les avisaron de que era la tercera vez que se colapsaba el terreno de juego. Tras ello se realizaron diversas catas tras las que se comprobó que la instalación se encontraba sobre un terreno en el que el subsuelo estaba relleno de escombros y restos de podas vegetales con «nula compactación». La solución que se dará al desaguisado consistirá en escavar cuatro metros para iniciar la construcción sobre un terreno compactado, de modo que se eviten futuros socavones en su firme. El campo de fútbol 11 que ya presenta algunos visos de colapso no recibirá todavía reforma alguna.

Por otra parte, el pleno municipal también acordó abrir una comisión de investigación para aclarar las responsabilidades del deterioro, así como de la deficiente construcción de esta instalación que, de momento, le supondrá un gasto extra de más de 400.000 euros a las arcas municipales de Llíria.