Posiblemente sea una de las energías verdes menos reconocidas en el seno de nuestra sociedas. Entre la solar, la eólica o la hidráulica, también se encuentra la biomasa. Consiste en el aprovechamiento del residuo verde. Es decir, de las labores de jardinería, agrícolas y forestales. En el municipio de Serra, en el Camp de Túria, bien que saben de las posibilidades de esta fuente de energía alternativa. Y es que desde 2010 llevan desarrollando un proyecto de gestión pública basado en la biomasa que ya se emplea en la calefacción de tres de sus edificios públicos, y en un futuro próximo pretenden que se extienda a los tres restantes.

El uso de la biomasa ha permitido, según explica el técnico municipal y principal responsable del proyecto, Juanjo Mayans, ahorrar alrededor de 50.000 euros anuales al Ayuntamiento de Serra. En primer lugar, con este proceso el ayuntamiento ya no tiene que gestionar y tratar estos residuos, lo que permite ahorrar 25.ooo euros al año. El resto procede del descenso de la factura de la energía eléctrica, al sustituirla por la biomasa.

Pero el económico directo no es el único beneficio que aporta esta energía ecológica. Mayans recuerda que se deja de emitir gases de efecto invernadero, se cuida mejor el entorno natural ya que para obtener los residuos se llevan a cabo tareas de limpieza en el monte que ayudan a luchar contra la propagación de incendios, y se crean puestos de empleo en la producción de pellet, el combustible final. En definitiva, se trata de una puesta en práctica del ciclo completo de una economía circular.

Aunque, según Mayans, el Ayuntamiento de Serra ya tiene una capacidad productiva de hasta 800 toneladas de pellet, de momento han decidido producir 300 kilos este año. De ellos, 100 son para consumo de instalaciones del ayuntamiento, otros 100 para vecinos de Serra y el resto sale al mercado externo.

Serra ya cuenta con calderas que funcionan con biomasa en el edificio de su ayuntamiento -que da servicio al centro de salud, el juzgado, el retén policial y las oficinas municipales-, el colegio público Sant Josep y la guardería municipal. Ya tan solo quedan por emplear esta energía verde el polideportivo, el cine de invierno y la Casa de la Cultura.

Subvención a los vecinos

En cuanto a la producción destinada a los vecinos de Serra, ésta se encuentra además subvencionada por el consistorio, con un precio más barato. Aquellos que quieran acceder a una caldera o estufa adaptada a biomasa, tan solo tienen que firmar un contrato de financiación con el banco, y el ayuntamiento se la proporciona. De momento, los vecinos ya disponen de tres calderas privadas y alrededor de una decena de estufas.

Para la salida al mercado externo, se ha creado una marca propia: «Pellet de calidad de Serra», de la que este año ya se ha producido el primer stock. El beneficio obtenido con la venta de este pellet revertirá en la amortización de la maquinaria y la creación de empleo, según asegura Mayans.

Este proyecto, además, se ha convertido en un referente internacional, ya que incluso una delegación de la Comisión Europea se desplazó hasta Serra para ver sus avances y resultados.