El mítico edificio de Arabesco se resiste a desaparecer. A mediados de abril llegaron a San Antonio de Benagéber las excavadoras para iniciar el derribo de la histórica discoteca, que llevaba 10 años cerrada, para instalar en esos terrenos un gran supermercado y un establecimiento de comida rápida. Concretamente un Family Cash y un Burger King.

Sin embargo, desde hace alrededor de un mes esos trabajos están parados y parte de la antigua sala de fiestas sigue en pie, enseñando sus interiores como si se tratara de la viñeta del «13, Rue del Percebe». Según confirmó el alcalde, Enrique Santafosta, a Levante-EMV, los trabajos se han paralizado al faltar un permiso que debe dar la conselleria para poder triturar los cascotes procedentes del derribo de la construcción. No obstante, Santafosta aseguró que se espera que todo esté en orden próximamente y siga adelante el nuevo proyecto. De hecho, las máquinas excavadoras permanecen todavía en las instalaciones de la antigua discoteca a la espera de reiniciar sus labores.

Al parecer, a los pocos días después del inicio del derribo del edificio, llegaron al consistorio varias quejas por parte de los vecinos de la urbanización Colonias, que colinda con la nave en cuestión, por culpa del polvo en suspensión que llegaba a sus hogares. Por ello, se le exigió a la empresa encargada de la demolición un permiso especial para utilizar una máquina trituradora de estos cascotes que evitara estas molestias, algo para lo que se necesita un permiso especial que, según aclaró Santafosta, ya se está tramitando con la conselleria.

Ahora mismo todavía resiste en pie una parte del edificio principal de la discoteca, junto a la que se acumulan los escombros de lo que ya se ha derribado.Histórica sala de fiestas

El complejo de Arabesco fue uno de los más famosos de la noche -y también de la tarde- valenciana de los años 90. Abierto a principios de esa década, se convirtió en lugar de peregrinaje cada fin de semana de cientos de vecinos de València, l´Horta y el Camp de Túria gracias a un servicio de autobús que recorría la capital y estas comarcas y que facilitaba el transporte de sus clientes, y a la presencia de reconocidos DJ del momento. Posteriormente, ya iniciado su declive, pasó a llamarse Queen y, posteriormente, Space, hasta su cierre final en marzo de 2007.

Desde entonces la nave quedó completamente en desuso y abandonada, por lo que se convirtió en un foco habitual de vandalismo. Ante ello el ayuntamiento instó a los propietarios a que buscaran una solución. Anteriomente, en 2014, se sacó a subasta los terrenos y el inmueble por valor de 3,3 millones de euros, sin éxito alguno. En esta ocasión, los dueños de la instalación han acordado su venta para la construcción de un gran supermercado de la cadena valenciana Family Cash y un local de comida rápida de Burger King.