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Sanción

Nàquera expedienta a 700 vecinos y empresas por ocupar monte público

La recuperación de las tierras permitiría aumentar los ingresos por la contribución rústica y serviría para regularizar explotaciones agrícolas - Algunos propietarios amenazan con ir al juzgado

Nàquera expedienta a 700 vecinos y empresas por ocupar monte público

El Ayuntamiento de Nàquera ha abierto más de 700 expedientes urbanísticos a particulares y empresas del pueblo por ocupar monte público perteneciente al patrimonio municipal. «El principal objetivo de estas actuaciones es recuperar estas tierras y devolverlas al inventario local de parcelas y propiedades», confirman fuentes de la corporación.

Desde que en 2011 accedió a la vara de mando, el actual alcalde, Damián Ibáñez, de Unión Popular de Nàquera, puso a los técnicos de Urbanismo a trabajar en la recuperación del suelo público o monte blanco que ha sido ocupado durante décadas en esta localidad situada en las estribaciones de la Serra Calderona. «Se trata de un proceso administrativo lento que además requiere contar con cuantiosos y eficaces medios técnicos y humanos», subrayan las mismas fuentes.

Sin embargo, el consistorio de Nàquera no cuenta con tantos recursos, lo que ha provocado la acumulación de expedientes. El ayuntamiento pretende discernir con claridad cuáles son las parcelas que pertenecen a particulares o empresas, y cuáles a los vecinos del pueblo. Una vez determinada la titularidad de las diferentes parcelas y reintegradas al patrimonio municipal se pueden obtener recursos por la vía de la contribución en caso de las fincas que han sido transformadas para uso agrícola y que han sido convertidas en plantaciones de naranjos. Y en caso de que existan otros negocios o empresas afincadas en ese suelo municipal se pueden regularizar sus actividades si procede o hay que proceder a derribarlas y retornarlas a su estado inicial.

Sin embargo esta cruzada en favor del monte público está siendo traumática y conflictiva pues los propietarios afectados, lógicamente, no dudan en hacer valer sus derechos y en acudir al juzgado si es necesario. Cada uno de los 700 expedientes está en una situación o fase diferente. Algunos en proceso incipiente y otros en el trámite de resolución. Hay terrenos escriturados y de los que es fácil demostrar la propiedad y otros en los que no está acreditada la titularidad con claridad porque no hay documentos.

La recuperación de tierras de dominio público para el ayuntamiento ha provocado también tensiones y conflictos de carácter político.

Entre los afectados por expedientes urbanísticos abiertos por el ayuntamiento está la concejala socialista María Ángeles Navarro y el padre del concejal de Ciudadanos, Luis Alfonso Ibáñez. Este último ha demandado al consistorio ante los tribunales porque entiende que las tierras que le reclama el consistorio son suyas y le pertenecen por herencia.

En cuanto, a la concejala socialista, como publicó este diario el pasado sábado, ha renunciado a una parcela que le reclamaba el ayuntamiento pero al mismo tiempo sostiene que la institución le quitó otra que le pertenece.

El retorno de estas tierras ubicadas en la montaña de Nàquera al inventario de bienes inmuebles local no va a ser sencillo y requerirá además de soluciones consensuadas como permutas y cesiones.

Una tradición que se remonta al siglo XIX

La ocupación de terrenos de monte blanco propiedad del Ayuntamiento y su transformación para uso agrícola es una tradición en Nàquera desde el siglo XIX. Hasta hace poco era frecuente oir: «Mon pare es va traure ahir un camp», Que significaba que, aprovechando sus medios materiales y humanos muy limitados, se había cogido un trozo de tierra para completar su finca. Esta práctica se regulaba y consensuaba en la Junta de Montes durante los años 40 y 50. El propietario cogía unos metros y cedía otros en otra zona. Es cierto según confirma un especialista local que en algunos casos se abuso de la práctica y se ocuparon más metros de lo permitido. Buena parte de los 700 expedientes para recuperar monte blanco vienen de hace décadas. Con un matiz, los gobiernos del PP usaron el monte público para lograr ingresos extras mediante permutas o grandes urbanizaciones como el PAI de Fontanelles donde iba un gran campo de golf y miles de viviendas que finalmente no se hizo.

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