PSPV y Compromís firmaron ayer el acuerdo por el que gobernarán Llíria conjuntamente -con los ediles de Llíria Puede, Juan Carlos López, y el ex de Ciudadano, Juan Carlos Alcayde- durante el año y medio de legislatura que queda. Y lo hicieron con la rúbrica del Pacte de Ca la Vila, un documento del que ambas formaciones quisieron destacar que tiene como objetivo «el bienestar de los ciudadanos», en clara respuesta a las críticas vertidas el pasado fin de semana por la vicesecretaria de Organización del PP, Mari Carmen Contelles, que acusó a ambos partidos de conveniar un «reparto de sillones».

En su entrada en el equipo de gobierno, Compromís se hará responsable a partir de ahora de las áreas de Gestión Cultural, Comercio, Turismo, Transparencia, Pedanías y Ciclo Integral del Agua, así como de Igualdad y Políticas Inclusivas. Paco García, su portavoz, asumirá la segunda tenencia de alcaldía, y su edila Vallivana Murgui, la cuarta. Además, en virtud del pacto, dos concejales de Compromís serán liberados a media jornada.

Este acuerdo, negociado durante un año, supondrá la recuperación de la mayoría en la corporación local para el alcalde socialista, Manuel Civera, después de perderla precisamente por la ruptura en noviembre de 2015 por parte de Compromís-MoVe. En aquel momento, la formación nacionalista esgrimió la falta de un protocolo de gobernabilidad como principal motivo de su decisión. Dos años después, PSPV y Compromís se han reconciliado. ¿Y qué es lo que ha cambiado desde entonces? «La madurez», explicaron tanto Civera como el portavoz de Compromís, Paco García. «Todos hemos aprendido», incidió Civera. «Coincidíamos en grandes proyectos y el tema estaba en cómo optimizar los recursos para articularlos de manera unitaria y organizada», destacó García.

Gran cantidad de inversiones

Entre los compromisos adquiridos por ambas formaciones hay una amplia lista de inversiones entre las que destacan la nueva sede del Palau de la Justícia, el Centro de Día para personas mayores o con diversidad funcional, el IES Camp de Túria, la Escoleta Municipal Infantil, la nueva sede de la Policía Local, la mejora de las urbanizaciones, el plan director de saneamiento y de agua potable, la ordenanza de vertidos o el nuevo diseño de la plaza Major. Un proyecto ambicioso que Civera aseguró que «ya está encaminado y avanzado». Para ello cuenta ya con unas bases de gobernabilidad y una mayoría clara con 14 concejales de un total de 21 que tiene la corporación.