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Urbanizaciones

"Si invirtieran aquí, no nos independizaríamos"

Los vecinos de Torre en Conill y Mas Camarena ven necesario contar con más servicios y optan por la separación con Bétera si no es así

El Partido Mas Camarena-CUBE solicitará en el próximo pleno que sean considerados como Entidad Local Menor. maties oliver

Los vecinos de las urbanizaciones de Torre en Conill y Mas Camarena, ubicadas dentro del término municipal de Bétera, ven positiva una separación del ayuntamiento beterano, si así se ven recompensados con más servicios públicos de los que disfrutan ahora mismo. Por su parte, a los residentes en el casco urbano del municipio no les parece bien la actitud de aquellos afincados en las urbanizaciones, aunque no les importaría que tanto Torre en Conill como Mas Camarena se independizaran de Bétera. Así se desprende de la encuesta que realizó ayer Levante-EMV entre los habitantes de estos tres núcleos urbanos, a raíz de la noticia publicada en este periódico en la cual se contaba la intención del Partido Mas Camarena-CUBE de solicitar en el próximo pleno que ambas urbanizaciones sean consideradas como Entidad Local Menor.

«Es normal que quieran solicitarlo, los servicios que dan en el municipio no llegan aquí, incluso en otra urbanización como ´El Paternero´ no tienen ni luz», cuenta Richard, vecino de Torre en Conill, junto a sus amigos Caty y Marco que secundan esta idea mientras bromean con ser igual que «los catalanes». «Aquí lo pagamos todo nosotros. Los jardineros, la recogida de basuras, una ecotasa cuando casi no hay contenedores de reciclaje, parte de la línea de autobuses a pesar de los pocos turnos que hace. Son servicios que vienen incluidos en el IBI del cual también pagamos mucho. No se que hace Bétera con el dinero, da igual el partido político que gobierne», concluye Richard.

«Me parecería fenomenal tener nuestros propios servicios, el Centro Cívico sigue sin construir, aunque entiendo que el pueblo esté más atendidos que nosotros», comentaba Sol, también residente de Torre en Conill. «Yo no tengo coche y necesito el transporte público pero es imposible usarlo con los pocos horarios que hay. Si aquí se monta alguna institución que hiciera las cosas bien y ofreciera servicios sí que los apoyaría», explica Pablo, otro habitante de la misma urbanización.

Entre los habitantes que piden respeto para las urbanizaciones se encuentra Carlos Abad, presidente de la Asociación de Vecinos de Mas Camarena. «No hay interés en independizarnos, estamos encantados de pertenecer a Bétera», explica Abad antes de decir que «si no se invierte lo que se debe invertir aquí no tendría inconveniente de separar nuestro camino del de Bétera».

A pesar de estas opiniones también hay vecinos que no ven necesaria esta separación, tan solo una mayor coordinación, como en el caso de José Miguel de Mas Camarena el cual piensa que la solución es «presionar al ayuntamiento para que cumplan sus obligaciones».

Aunque también hay vecinos como Amparo, residente en Mas Camarena, que cree que «así estamos bien, yo vivo muy a gusto aquí». Esta vecina reconoce que se han hecho cosas como «solucionar los problemas con las inundaciones, tener una línea de autobuses públicos o que nos recojan la basura dentro de las urbanizaciones, además que estoy encantada con mi doctora». Asimismo, Amparo admite que vivir en urbanización supone «que tengas que coger el coche para todo, pero eso yo ya lo sabía antes de venir a vivir aquí, por lo que todo esto de la separación me parece un asunto político».

El pueblo en contra

Esta idea de Amparo, la secundan tres amigas que pasean por el centro de Bétera y que prefieren quedar en el anonimato. «Cuando fueron allí a vivir para estar tranquilos ya sabían lo que había, no nos gusta que ahora se quieran separar. Es absurdo porque están diseminados. Yo también quiero tener todas las comodidades al lado de casa», comentan las beteranas, de las cuales una reside en una de las urbanizaciones. Además, también tienen sus propias reivindicaciones. «No pueden pedir lo que la propia gente del pueblo no tiene, Bétera es muy grande y los de aquí también tenemos que desplazarnos en coche para todo», protesta el trio. Igualmente recuerdan que los vecinos del casco urbano «tenemos que tragar con todo lo que ocurre en el pueblo como fiestas o ruidos y hacemos gasto aquí, no como ellos».

Mari Carmen que sale del ambulatorio también refuerza esta idea al decir que «nosotros también pedimos cosas al ayuntamiento y no siempre nos hacen caso, lo que piden cuesta demasiado para pagarlo entre todos». Sin embargo, Eduard cree que «todo lo que sea segregación supone un mayor coste para todos cuando es una cuestión de organización». Aún así, el beterano reconoce que «hay que ser justos en materia tributaria». También hay opiniones como la de Joaquín que piensa que «a mí me da igual lo que hagan las urbanizaciones mientras no me cueste dinero. Todos queremos más», finaliza.

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