El alcalde de Llíria, Manolo Civera, emitió ayer un comunicado en el que manifestó de forma pública su firme apoyo a que la ciudad edetana acoja el centro de recepción de menores que está previsto que se traslade allí el próximo año 2019. Civera respondió así «como alcalde y en nombre del actual equipo de gobierno municipal» a los vecinos que, según la misma misiva, «manifiestan su preocupación» por la futura ubicación de esta instalación, que ahora se encuentra en Buñol de forma temporal. En las últimas semanas, entre 200 y 300 personas han organizado sucesivas protestas en contra de su llegada.

El munícipe socialista insistió en que el centro de recepción de menores se insertará dentro del proyecto de reconversión del Centro Cívico El Prat, un espacio de propiedad municipal «recuperado para su uso, tras 25 años de abandono, deterioro y sin ninguna intervención ni inversión», detalla el comunicado. En él, con la colaboración de la Conselleria de Políticas Inclusivas y la Agencia Valenciana de Emergencias, se prevé que se instalen además del centro de recepción de menores, una base para las brigadas forestales con helipuerto, un centro de día para personas con diversidad funcional y mayores, y un albergue juvenil incluido en la red internacional de este tipo de alojamientos.

Respecto al centro de recepción de menores, Civera remarcó que sus usuarios serán «niñas, niños y adolescentes que, por su situación personal, social o familiar, se han quedado en situación de desamparo» y es la conselleria quien los acoge para atenderlos de manera inmediata e integral. Así, añadió que estos menores no están en estos centros «por medidas judiciales, sino por medidas de protección» y que cada uno de ellos estaría en Llíria un máximo de 45 días. Asimismo, aseguró que los informes técnicos aconsejan que se instalen en ciudades medianas -como Llíria-, donde la conflictividad es menor que en las grandes urbes.

«Desde el más amplio sentido de la responsabilidad como sociedad no podemos mirar hacia otro lado cuando se trata de atender a menores en situaciones dolorosas, complicadas y hasta trágicas de desamparo», concluyó Civera.